Homenaje en un libro al arquitecto Pedro Ramírez Vázquez

martes, 25 de febrero de 2014 · 21:31
MÉXICO, D.F. (apro).- El librero y editor Miguel Ángel Porrúa presentará este miércoles –en el Auditorio Jaime Torres Bodet del Museo Nacional de Antropología– el volumen Arquitectura. Pedro Ramírez Vázquez, y moderará una mesa redonda que estará presidida por Jorge Carlos Ramírez Marín, titular de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), y Rafael Tovar y de Teresa, presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. La presentación de la lujosa edición ilustrada en honor a la fructífera obra del arquitecto mexicano Pedro Ramírez Vázquez (16 de abril 1919-16 de abril 2013), quien fungió como coordinador, justamente, del proyecto del Museo de Antropología, contará con la participación en la mesa redonda de María Teresa Franco, directora del Instituto Nacional de Antropología e Historia, así como de los arquitectos Augusto Álvarez y Javier Ramírez Campuzano. El proyecto de esta primera edición dirigida por Miguel Ángel Porrúa se debió al propio arquitecto Ramírez Vázquez, cuyas descripciones y planos acompañan el volumen coordinado, a su vez, por su hijo Javier Ramírez Campuzano, también a cargo de la amplia iconografía. El diseño fue de Verónica Santos, la edición de Aldonza María Porrúa, y la asesoría técnica de Josué Pascoe Koch. Escriben los editores en “Arquitectura al servicio de los mexicanos”, texto que da comienzo a Arquitectura…: “…Este libro muestra por primera vez ese sentido humanista que caracterizó al arquitecto Pedro Ramírez Vázquez. Él, a través de las anécdotas que acompañan la imagen, se identifica con su obra. Por ello, aquí se asoman dos lenguajes paralelos, el gráfico se amalgama con el escrito: texto e imagen no se empañan, armonizan, son únicos en la memoria de Ramírez Vázquez”. En “Más que fierros y argamasas”, Miguel Ángel Porrúa destaca: “Durante poco más de dos años, y con relativa frecuencia, el arquitecto Pedro Ramírez Vázquez y este librero editor, acompañados de Josué Pascoe, nos reunimos para diseñar y cimentar el andamiaje que supervisaría los avances de una peculiar construcción. En esta ocasión, las materias primas no estaban hechas de fierros y argamasa, eran mucho más que todo ello: el principal insumo era el entusiasmo y la espectacular lucidez del arquitecto par dictar sus memorias, quien contagiándonos de la emoción que sentía, nos relataba interesantes anécdotas sobre su labor como urbanista y arquitecto, así también de aquellos lineamientos bajo los cuales se había conducido como servidor público. Ahí entendí y valoré su propia autodefinición: “He tratado de poner al servicio de la sociedad mi conocimiento y la técnica para crear espacios para la recreación, el culto, el comercio, la educación, la vivienda, el descanso, en fin, para la vida misma del hombre. (San Ángel, diciembre de 2013).” El contenido de las múltiples obras del arquitecto Ramírez Vázquez se dividen en los siguientes apartados: Espacios para el hombre, Razón de ser de la arquitectura, Arquitectura para la vivienda, Arquitectura para la educación, Escuelas y Universidades. Una sección contempla las exposiciones, museos, pabellones y monumentos, además de las tantas edificaciones desglosadas en: Arquitectura para la salud; Arquitectura religiosa; Arquitectura funeraria; Arquitectura para el trabajo, el comercio y el bienestar, y Arquitectura para el entretenimiento. Finalmente se incluyen proyectos de Arquitectura para la Educación, Museos, Arco del Bicentenario (Ciudad de México 2009), y otros más de Arquitectura para el trabajo, Arquitectura religiosa y Arquitectura para el entretenimiento. En “Íconos de la ciudad”, Jorge Carlos Ramírez Marín expresa: “Hoy en día, la extensa obra de Pedro Ramírez Vázquez se mantiene vigente y aún nos falta retomar su propuesta sobre urbanismo, aspecto que estuvo comprometido cuando fue titular de la Secretaría de Asentamientos Humanos y Obras Públicas”. Para la presentación del libro, el presidente Enrique Peña Nieto llamó a Pedro Ramírez Vázquez “un excepcional artista, que integró la complejidad de ser arquitecto, escultor de espacios y tomador de decisiones. Su dedicación a concebir, con fuerza transformadora, ciudades más estéticas y funcionales, lo ha convertido en uno de los arquitectos mexicanos más destacados”. Concluye con las siguientes palabras: “Con este libro se rinde homenaje a un hombre que nunca dejó de crear, proyectar y construir; siempre en la búsqueda de innovar y dotar a México de nuevos y mejores espacios, para el goce y disfrute de toda su sociedad”.

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