MÉXICO, D.F. (proceso.com.mx).- “Cuatro actores en escena y el público -con su imaginación- dan vida a las dos historias que se viven en El Mentidero de Chico Talegas”. Con dicha síntesis se presenta esta obra escrita por el dramaturgo Paulo Sergio Galindo, quien nos lleva a la sierra sonorense a través de su lenguaje y sonoridad. La pieza está compuesta por dos historias con tonos y colores distintos; sin embargo, tienen algo en común: ambas son contadas en el mentidero ([1]) de Chico Talegas. La primera historia nos envuelve en una atmósfera de humor y fantasía. El Cuate Córdoba (Paulo Sergio Galindo) nos hace ver, en tiempos donde el agua era escasa, cómo lazó una nube para que llenara de agua su presa. Por el contrario, en la segunda nos vinculamos con los personajes a través del sentimiento o la empatía. El Tata Lázaro (Osvaldo Sánchez/Dettmar Yáñez) se resiste a la idea de que los hombres más ricos quieran comprar el pueblo. Esta es una propuesta escénica que demanda la relación de los actores con el público e invita al espectador a echar rienda suelta a su imaginación. El agua está presente de principio a fin, desde su sonido hasta en el frío que provoca en la sala. Al entrar al espacio observamos cuatro tinas con agua de las que posteriormente salen los actores y con las que construyen los diferentes espacios del mentidero. No hacen falta ni las botas ni los sombreros ni las camisas a cuadros, porque los actores Jorge León, Osvaldo Sánchez/Dettmar Yánez, Adrián El potro Aguirre y Paulo Sergio Galindo nos llevan a la sierra sonorense con su voz y su cuerpo. El director de esta puesta en escena logró un ritmo impecable y una limpieza en el trazo que junto con la iluminación hacen que El mentidero de Chico Talegas no sólo sea agradable al oído, sino también a la vista. La producción es de la compañía Teatro pa’ llevar y se presenta en el Foro La Gruta del Centro Cultural Helénico todos los domingos a las 18 hrs. hasta el próximo 20 de abril del 2014. (*) Pasante de Arte Dramático y Teatro de la UNAM.