'600 millas' e 'Ixcanul' conquistan el Festival de Cine de Guadalajara

sábado, 14 de marzo de 2015 · 17:01
GUADALAJARA, Jal. (proceso.com.mx).- En la 30 edición del Festival Internacional de Cine de Guadalajara, 600 millas, dirigida por Gabriel Ripstein, obtuvo el premio Mezcal a Mejor Película Mexicana, dotado de 500 mil pesos, e Ixcanul (Guatemala y Francia), de Jayro Bustamante, ganó el galardón a la Mejor Película Iberoamericana, dotado de 250 pesos. Además, Ixcanul alcanzó también la presea a Mejor Director Iberoamericano, que consta de 150 mil pesos y el filme será recomendado  a los Golden Globes Awards del 2016. 600 millas se centra en Arnulfo Rubio, un operador a nivel bajo en el tráfico de armas entre Estados Unidos y México. Lo que él no sabe es que Hank Harris, un veterano agente de la ATF, rastrea sus pasos. Tras un descuido de Harris, Rubio toma una decisión desesperada: se lleva al policía en su camioneta y cruza la frontera con él. Y durante este recorrido, estos dos hombres, aparentes enemigos, se irán conociendo poco a poco, pero el lugar al que llegan es peligroso. Tendrán que confiar uno al otro. Los actores protagonistas son el estadunidense Tim Roth y el mexicano  Kristyan Ferrer. En esta área de largometrajes mexicanos hubo mención especial a los documentales El tiempo suspendido, de Natalia Bruschtein, y Shih, de Bruno Zaffora y Rafael Ortega Velderrain. La cinta de ficción mexicana La delgada línea amarilla, de Celso García, se llevó los premios del Público con un monto de 100 mil pesos; del Jurado, con 125 mil pesos, Mejor Guión y de la Academia Jalisciense de Cinematografía. La película, producida por Bertha Navarro y Alejandro Springall, es interpretada por Damián Alcázar, Joaquín Cosío, Américo Hollander, Silverio Palacios y Gustavo Sánchez Parra. La trama es un viaje de cinco hombres que son contratados para pintar la línea divisora de una carretera que conecta dos pueblos de México. A bordo de una vieja camioneta, inician el trabajo de más de 200 kilómetros de asfalto y pintura amarilla que deberán completar en menos de 15 días. Son cinco solitarios que, por azares del destino, se unen con el único propósito de ganar unos pesos, pero sin buscarlo, este viaje cambiará su manera de ver y entender la vida. Al finalizar el recorrido, comprenderán que existe una delgada línea entre el bien y el mal; entre la risa y el llanto, entre la vida y la muerte. El reconocimiento a Mejor Ópera Prima Iberoamericana recayó en El patrón, radiografía de un crimen (Argentina), de Sebastián Schindel, con 125 mil pesos, y obtuvo la presea a Mejor Actor (Joaquín Furriel). Aquí, como una devolución de favores hacia la funcionaria judicial que lo ayuda con un trámite de extradición, un joven abogado se involucra en el caso de Hermógenes Saldívar. Analfabeto, Hermógenes había llegado a la gran ciudad desde Santiago del Estero con el deseo de progresar junto a su mujer, y creyó encontrar la llave de su futuro en la figura de Latuada, el comerciante que lo puso al frente de una carnicería y le prometió casa propia. Pero no era una llave, sino las pesadas cadenas de la explotación laboral, la humillación y el maltrato psicológico; una esclavitud moderna que iba a desembocar, casi, inevitablemente, en el asesinato. También actúan Luis Ziembrowski y Mónica Lairana. En cuanto al estímulo a Mejor Actriz fue para las tres protagonistas de Venecia (Cuba-Colombia), de Kiki Álvarez: Claudia Muñiz, Marianela Pupo y Maribel García Garzón. En el largometraje, Mónica, Violeta y Mayelín trabajan en un salón de belleza. El día de pago deciden salir a comprar un vestido para una de ellas, iniciando un viaje inesperado hacia las profundidades de la noche habanera. Al amanecer, agotadas y sin dinero, comienzan a tener el sueño común de abrir un salón propio al que llamarán Venecia. El galardón a Mejor Fotografía Iberoamericana cayó en Juan Carlos Gil por ¡Qué viva la música! (Colombia-México), de Carlos Moreno. Es el relato de una adolescente, impulsada por la música y el baile, quién se va de su casa sin importarle las consecuencias de lo que pueda pasar. Ella está dispuesta a probar todo lo que la ciudad tiene para ofrecerle, inspirada en la novela de culto de Andrés Caicedo. Actúan Alejandra Ávila, Luis Arrieta y Paulina Dávila El jeremías (México), de Anwar Safa, sacó el Premio FEISAL, y Ella es Ramona, de Hugo Rodríguez, por Mejor Vestuario logró el MINERVA FASHION. La once, tea time (Chile-Estados Unidos), de Maite Alberdi, triunfó como Mejor Documental Iberoamericano, con 150 mil pesos. Se trata de cinco mujeres ya ancianas que se juntan para tomar el té, religiosamente, una vez al mes desde hace 60 años. Estas reuniones evocan el pasado común y se esfuerzan en demostrar que aún están vigentes, olvidando por un momento los males que padecen. En instancias de discrepancias son las historias personales las que salen a relucir y marcan las diferencias de opinión. Aunque tuvieron una formación común en un colegio religioso, les tocó vivir un periodo de cambios históricos radicales. Pasan las tardes y pareciera que en sus vidas nada cambia, sin embargo, se deberán enfrentar a una etapa de transformaciones evidentes. El también documental Juanicas (México-Canadá), de Karina García Casanova,  tuvo una mención especial La presea del Jurado en Documental Iberoamericano, con 100 mil pesos, la adquirió El tiempo suspendido que habla de la memoria, la de una mujer que después de luchar incansablemente contra el olvido en pro de la memoria histórica y por la justicia de los crímenes de Estado en Argentina, hoy la pierde en la necesidad de poder desprenderse del dolor y despedirse de la vida sin sentir que traiciona a la familia que perdió. Además, consiguió los premios FIPRESCI y Guerreros de la Prensa. El premio Rodrigo Mora a Mejor Cortometraje de Animación fue para Zimbo (México), de Juan José Medina y Rita Basulto. El monto consta de 100 mil pesos. También fue reconocido por el galardón de la Academia Jalisciense de Cinematografía. Castillo y el armado (Brasil), de Pedro Harres, ganó Mejor Cortometraje Iberoamericano, con 75 mil pesos. Castillo es un joven trabajador portuario, en una playa en la frontera entre Brasil y Uruguay. Divide su tiempo entre las alfombras que tiene que cargar, su familia y una caña de pescar es el muelle. En una noche con mucho viento, encuentra su propia brutalidad en la línea del gancho. En esta categoría, Trémulo/Tremolous (México), de Roberto Fiesco, adquirió una mención especial. Nanting master ga sönder/Something must Break (Suecia), de Ester Martin Bergsmark, logró el Premio Maguey. El reconocimiento de Guerreros de la Prensa en documental, lo recibió Made in Bangkok (México-Alemania), de Flavio Florencio. La cinematografía suiza será la invitada para la 31 edición del FICG, informó Iván Trujillo, director del Festival.

Comentarios