Poetas en los XLVI Juegos Florales de San Juan del Río

miércoles, 6 de julio de 2016 · 14:00
SAN JUAN DEL RÍO, Qro.(apro).- La edición número 46 de los Juegos Florales en esta hospitalaria ciudad otorgó premios a Subterráneo sanjuanense y Memorias de un pueblo en bicicleta, de los poetas locales Pablo Antonio Junco Villafuerte y Arturo Hernández Hernández, respectivamente, así como a La nobleza del poeta ante la barbarie humana, la trilogía de la escritora campechana Demayansi del Jesús Witz Coyoc, donde leemos: El poeta es un huésped de la contemplación,          de la intimidad que le arranca su secreto al paraíso          de las palabras y ofrece su alma al sol…         El génesis de su obra está en la novedad.         En ese sacerdocio donde la intuición recrea          y evoca el tono púrpura de su infinito lenguaje...          Le da vida al poema,          vida a la plenitud y a la belleza,          al ideal y al spleen de París.   Presidió la ceremonia en el salón principal del céntrico hotel Portal de Reyes la nueva reina de la Feria San Juan del Río, Catalina I, coronada por Witz Coyoc en emotiva gala donde participaron los jueces del certamen Leticia Luna (La Cuadrilla de la Langosta Ediciones), María Baranda (Premio Aguascalientes 2003) y Carlos Martínez Rentería (revistas Cáñamo y Generación), periodista que al anunciar el triunfo de Subterráneo sanjuanense comenzó de la siguiente manera: “Quisiera recordar algo que le dije al señor presidente municipal don Memo Vega hoy cuando me lo presentaron, en el sentido de que no existe mejor inversión que la cultura. Y esto lo vemos día a día ante la terrible circunstancia de violencia que nos demuestra que ningún dinero es suficiente sin cultura.” El público que llenó el recinto la última noche de junio estalló en aplausos, lo cual dio pie a que el propio munícipe le respondiera al fundador de la revista Generación (tras expresar su reconocimiento por el éxito de los Juegos Florales a los poetas, artistas y miembros del jurado; la reina saliente María Fernanda I y asimismo, al secretario de Desarrollo Económico, José Francisco Landeras Layseca, y el de Cultura y Turismo, Luis Eduardo Guillén Romero), así: “Sin duda que los Juegos Florales son el evento cultural más importante en San Juan del Río… Como dice nuestro maestro Carlos Martínez, estamos convencidos en esta administración que la mayor inversión que podemos hacer es en las personas, en la gente, en la educación y en la cultura. Por eso seguimos y seguiremos trabajando para ampliar y mejorar todos los servicios y la estructura que tenemos, a fin de que todos los sanjuanenses puedan poner en práctica lo que llevamos dentro: el gusto y las ganas de poder describir la belleza que nos rodea.” El evento floral lució por el canto de la soprano Martha Juliana Ayech Rodríguez con su grupo de pianos, guitarras, percusiones y bailaoras “De mi México para España”. Durante el convivio con canapés y vino de honor, brilló por su ausencia la triunfadora nacional Demayansi del Jesús (quien usó el pseudónimo Eva Luna), pues desapareció luego de recibir su cheque por 100 mil pesos, fruto de su composición ganadora La nobleza del poeta… Extrañamente, tampoco se escuchó al Cuarteto de Saxofones de Querétaro “Saxodia” amenizar el fin de fiesta como tenían previsto los organizadores, debido a que los cuatro músicos al igual que la escritora campechana abandonaron la magna celebración, sin explicación alguna.  Bicicleta y subterráneo Para Arturo Hernández Hernández fue el premio “Elogio a San Juan del Río local”, consistente en 15 mil pesos en efectivo por Memorias de un pueblo en bicicleta. El jurado escribió: “Si en el caso del concurso para la composición poética a nivel nacional, el jurado recibió poemarios que sumaban 106 participantes, enviados desde una veintena de estados de la República Mexicana, y en el rubro ‘Elegía a San Juan del Río’ a nivel de todo México se mandaron 15 escritos, en cambio para el nivel local de ‘Elogio de San Juan del Río’ sólo fue recibido un solo trabajo… “Memorias de un pueblo en bicicleta es un viaje que plasma poéticamente evocaciones paisajísticas y urbanas a la manera de un recorrido discreto, perenne, atemporal. El poeta otea sitios emblemáticos de San Juan del Río con visión y emociones personales, no necesariamente descriptivas. Deja fuera hipérboles e interjecciones o alabanzas bucólicas desmedidas, y estas omisiones son un acierto. A cambio, Arturo Hernández Hernández nos ofrece una sucesión de lienzos postales, estampas directas llenas de figuras metafóricas, símbolos, contrastes y arcanos de verdad literaria. A través de la voz sobria del poeta que documenta, atestiguamos pinceladas originales en la historia de un pueblo legendario. “Por su lenguaje omnisciente no exento de fantasía, presencias concretas de inmuebles, apariciones figurativas sin nombre ni edad, y también acaso con leves guiños de humorismo breve o hasta ciertas miradas críticas, desde la ambigüedad del atractivo título: Memorias de un pueblo en bicicleta es la sorprendente bitácora de un viaje imaginativo por San Juan del Río, montado por la inspirada poesía en bicicleta del concursante ganador.” El poemario de Hernández Hernández consta de diez poemas en verso libre, correspondiendo a los cinco primeros títulos: “La fundación” (donde leemos que la luz inhala sombras/ abrevia ojos en un cuerpo); “La comunión entre la tierra y el río” (con el misterioso verso de El abecedario engreda doce letras/ –le asignan su ventura, su desvelo--); “El Museo de la Muerte” (lugar que abriga los arrepentimientos en cantera); “Secundaria Antonio Caso” (culminando con la cuarteta: En el pase de lista de los calendarios/ muere la tarde en ortografía,/ en lecciones elásticas en pupitres/ y geografía extraviada en pizarrones.); “El Cerro de La Venta” (que inicia con: El certamen de las tempestades/ desgarra tendones de ramas espesas/ al compás de la sinfonía de espectros); “Avenida Juárez” (ahí donde Pasos cimbrando del concreto/aspiran los olores suicidas/ para secuestrar el vapor de unos labios). Y además: “El Portal del Diezmo” (en resonancia a la Arquitectura púrpura de la nostalgia); “El río San Juan” (con Emociones infantes ahogadas en un suspiro/en la fronda de los recuerdos); “La calle de Hidalgo” (donde Rechinan las pisadas del tiempo), y al final del poemario, “Jardín Independencia” (En la suma de las prisas/ la bicicleta pierde los frenos./ El tiempo se arruga en su cabalgata). A su vez, Pablo Antonio Junco Villafuerte fue el joven ganador en la categoría nacional “Elogio a San Juan del Río” por su poemario Subterráneo sanjuanense, recibiendo 35 mil pesos, diploma y publicación de la obra con los demás triunfadores. El también actor y creador de performances señaló acerca de su participación en los XLVI Juegos Florales: “Los dibujos de mi poemario Subterráneo… contienen dos ilustraciones de Elio Michaus, con quien hemos trabajado otros escritores y yo en opúsculos, fanzines y publicaciones nuestras de literatura y filosofía como El hachazo maestro.” --¿Por qué decidió escribir y concursar en los Juegos Florales? --Escribo para expresarme. Como seres humanos, los artistas chocamos con la realidad del mundo y de muchas formas el arte nos lleva a otros estadios o modos de convivir que siempre son importantes para quienes poseemos estas necesidades de manifestarnos y de compartir la vida. (ver video https://www.youtube.com/watch?v=foO16bMoL8w) Sus versos en “Centro”: Llega turno del fragmento          trazado nunca antes visto         meseta suelo instrumento          engrosado por pavimento…          también hay saxofonistas          performeros, progresistas          más historias portentosas          fuegueros y malabaristas          palpables confines rientes          e insondables transeúntes. Habitante de San Juan del Río, Pablo Junco fue registrado al nacer un 29 de junio de 1985 en el pueblo de Pacula, sierra del estado Hidalgo. “Tengo un grupo teatral denominado San Juan Apóstol de Cabeza en el Río, que surgió aquí desde el 2008 con otro amigo muy querido y también escritor de Chihuahua que se llama Luis Kimbal, nacido en 1974, con performances, happenings y teatro pánico en la línea que en su momento hicieron Alejandro Jodorowsky, Fernando Arrabal y Juan José Gurrola. “Tenemos varios colegas de nuestra generación que han participado en nuestros actos efímeros, maratones de poesía en cantinas y el programa de radio independiente Dictadores culturales como Fernando Soto, Misha Silva, en fin. Somos un grupo muy abierto y cualquiera puede aportar su talento, basta contactarme a pablojunk@hotmail.com.” --¿Cómo surgió Subterráneo sanjuanense? --Por la necesidad de escribirle a esta tierra. La idea era referirse a un San Juan del Río que no había visto evocar antes en otros poemas, yo escribí Subterráneo… para romper con los versos tradicionales que había escuchado sobre San Juan, para dar un giro en la economía de palabras y en la variedad. El promotor cultural y periodista Felipe Cabello Zúñiga, quien llevó buena parte organizativa en esta fiesta cultural, apuntó: “Pablo Antonio Junco Villafuerte es un artista muy importante para nuestra generación y su poemario Subterráneo sanjuanense impacta por su novedad lírica, ya que entre otras cosas jamás repite palabras ni plasma adjetivaciones gastadas a través del tiempo en referencia a nuestra emblemática ciudad.” Junco estudió Licenciatura en Mercadotecnia en la Universidad Católica de Querétaro y la maestría en Educación en la Universidad del Centro de México. “Planeo meterme a un doctorado en filosofía, pero se me ha complicado, pues en la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) ya han tardado en darse estos estudios.” Sus poetas favoritos son “Los transgresores” Ezra Pound (y sus Cantos), Manuel Acuña (“de los amorosos”) y Octavio Paz (“aunque es tiempo de seguir a otros poetas posteriores no tan oficiales”). Concluye el testimonio de Omar Vázquez, fotógrafo que ha documentado cada uno de los performances de Junco y su conjunto teatral: “Soy relativamente nuevo en el grupo, pues me uní hace tres años con fotografía, algo de video y los performances, soy un fotógrafo experimental, ya que intento romper los paradigmas de las reglas fotográficas y la escuela convencional de las imágenes creando mi propio estilo. Siempre innovando y buscando con mi cámara las formas de intervenir en el performance, aunque luego la gente me bloquee, trate de hacerme tropezar, me meta el pie y, lo peor, que las autoridades censuren nuestras presentaciones artísticas.”

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