CIUDAD DE MEXICO (apro).- En su peor actuación histórica, la selección mexicana sub-20 sumó su tercera derrota en fila, ahora (1-0) ante Ecuador, que la dejó fuera del Mundial de la categoría que se disputa en Polonia. Con este resultado, México, dirigido por el joven Diego Ramírez –hijo de Jesús Ramírez-, terminó sin posibilidades de clasificar a la segunda ronda –octavos de final- de la Copa del Mundo como uno de los cuatro mejores lugares del torneo, como sí fue el caso de Ecuador que, al igual que la selección tricolor, también se jugó la vida en este decisivo juego. De esta manera, la selección mexicana terminó rápidamente su participación en el primer Mundial de la especialidad en la que regresa a casa sin puntos, y con menos goles –sólo anotó Roberto de la Rosa ante Italia. Así, México concretó su mayor fracaso en la historia de este certamen como último lugar del Grupo B, con 0 unidades, después de caer 2-1 ante Italia y 3-0 frente a Japón. Nunca antes, un representativo nacional había mostrado tan bajo nivel y rendimiento, como esta ocasión, pese a las altas expectativas que generaron elementos como Diego Lainez y el goleador J. J. Macías, pero en cuestión de días el equipo terminó por ofrecer una de sus peores demostraciones. De esa forma, la selección tricolor se convirtió en una de las 8 eliminadas, de los 24 participantes, en la Copa del Mundo sub-20 de Polonia. En la historia de la Copa del Mundo sub-20, que se disputa desde 1977, México ha participado en 15 de las 21 ediciones realizadas, en las que consiguió un punto, por lo menos. La última ocasión en que un representativo nacional se quedó fuera de este Mundial en la primera fase fue en 2015, cuando el equipo fue dirigido por Sergio Almaguer. Gonzalo Plata marcó el único gol del partido, a los 11 minutos, luego de una asistencia de Gustavo Vallecilla, quien desbordó con absoluta facilidad por la banda izquierda para que el delantero ecuatoriano definiera con un remate de zurda. Ocho minutos después, un gran servicio de Diego Lainez fue culminado con un testarazo a las redes de Mario Trejo. Sin embargo, la acción fue revisada por el VAR, que tres minutos después anuló el tanto de los tricolores. Posteriormente, el equipo mexicano intentó tímidamente acercarse a la portería ecuatoriana, pero sus mejores elementos fallaron en la definición, en un juego cerrado y de escasas emociones. En el segundo tiempo, la selección tricolor mostró otra actitud, tomó la iniciativa del juego en los primeros 10 minutos, pero poco a poco se diluyó el entusiasmo. Incluso, el equipo ecuatoriano estuvo más cerca de asestar el segundo golpe que México de igualar el marcador.