Guerrero: Campanas al vuelo

martes, 8 de febrero de 2005 · 01:00
* Con el triunfo de Zeferino Torreblanca el PRD festina lo que anticipa será el mismo resultado en el 2006 Acapulco, Gro , 7 de febrero (apro)- Después de una racha de triunfos electorales, la mayoría disputados en tribunales, Roberto Madrazo Pintado encontró su “Waterloo” en Guerrero, con el triunfo del candidato del PRD, Zeferino Torreblanca Galindo En lo que significó la victoria más importante para el PRD, después de un año de fracasos electorales, Torreblanca Galindo obtuvo el 5515 por ciento de la votación, mientras el PRI, con Héctor Astudillo Flores, logró 422 puntos porcentuales, 137 mil 324 votos menos que el perredista “Esto puede ser un antecedente de lo que sucederá en 2006 en la elección presidencial”, dijo Félix Salgado Macedonio, dos veces excandidato del PRD a la gubernatura de Guerrero y quien fuera coordinador de campaña de Torreblanca Galindo en Acapulco De nada valió el ambicioso programa electoral conocido como Faro 2005 ante una votación decidida de cientos de ciudadanos guerrerenses que salieron a votar el 6 de febrero Antes de la elección de Guerrero, Roberto Madrazo tenía un “rating” de 10 de 17 gubernaturas ganadas desde que asumió el liderazgo del PRI en 2002 Siendo el proceso electoral más competido del primer trimestre del 2005 y donde el PRD ha tenido un comportamiento ascendente desde 1997, el tabasqueño Roberto Madrazo envió a 10 delegados especiales para manejar la campaña del senador con licencia Héctor Astudillo Flores, cuya candidatura surgió de un acuerdo de cúpulas del PRI en el estado, encabezadas por los exgobernadores y caciques del estado Rubén Figueroa Alcocer y Ángel Aguirre Rivero, en lo que se conoció como el “pacto de Huitzuco” La campaña de Astudillo fue conducida en su totalidad por los delegados priistas, que culturalmente manejaron estrategias ajenas a la sociedad guerrerense De ahí que en el proyecto Faro 2005 (Proceso 1473), en el que el CEN priista plantea una serie de estratagemas para conservar para ese partido la gubernatura de Guerrero, resultara un fracaso rotundo En vísperas de la jornada electoral, cuatro muertes de policías y de un ciudadano, provocadas por personas que dispararon desde un auto en movimiento, parecían apegarse al plan Faro 2005, en el que se recomendaba realizar actos de violencia para inhibir el voto de los simpatizantes de la coalición La misma tarde del sábado, agentes del Centro de Información y Seguridad Nacional (Cisen), difundían el rumor de que Armando de Anda, uno de los priistas que eran identificados como “mapaches electorales” que se adhirió al proyecto de Torreblanca Galindo, había sido asesinado a mansalva en Acapulco La versión corrió entre perredistas y expriistas, al parecer con la intención de amedrentar a quienes trabajaron como “mapaches” en el PRI y que ahora estaban al servicio de Torreblanca Galindo De ahí que el domingo la jornada electoral iniciara con tensión, con el terror de la sangre de los policías derramada y con la amenaza a los “exmapaches” priistas A la una de la tarde, en el cuartel del PRI, el delegado especial para Acapulco, Víctor Hugo Islas, daba muestras de su nerviosismo: en el colmo de la tensión, intentó liarse a golpes con un reportero A partir de entonces, las caras largas se apoderaron de priistas que tenían la seguridad de remontar las preferencias electorales A las 15:00 horas, Roberto Madrazo se presentó con el candidato de la alianza “Todos por Guerrero” (PRI-PT-PVEM), Héctor Astudillo Flores, para intentar influir mediáticamente en la tendencia electoral que para entonces, tanto priistas como perredistas sabían que favorecían al PRD: los primeros cortes de salida de las encuestadoras Mitofsky, TV Azteca y Parametría, daban una amplia ventaja de entre siete y 12 puntos porcentuales a la coalición “Guerrero Será Mejor” (PRD-Convergencia-PRS) La imagen del senador con licencia Héctor Astudillo alzando los brazos, pero con la mirada puesta en el piso, mientras es observado por el dirigente estatal del PT, Félix Castellanos, da cuenta de que a esa hora, Astudillo ya estaba solo A las ocho de la noche, en Chilpancingo, el Comité Ejecutivo Nacional del PRI, apegado al plan Faro 2005, trataba de desvirtuar los resultados de las primeras encuestas de salida que daban el triunfo a Zeferino Torreblanca, dando a conocer unos datos insostenibles de la encuestadora Telmark --ligada a Roberto Madrazo-- y que hablaba de 05 puntos de diferencia en favor de Astudillo Flores, cuando los datos del Consejo Estatal Electoral manejaban una distancia de más de diez puntos favorables al perredista Para esas horas, sin embargo, los ciudadanos de a pie, los que votaron en favor de la alternancia en Guerrero y que desde temprano destinaron su día de asueto a cuidar casillas, llenaban las principales plazas del estado Tuvo que acudir a la concentración de Chilpancingo, el candidato electo, Zeferino Torreblanca, quien después regresó a Acapulco, donde, por lo menos, cinco mil personas lo esperaban en el zócalo de Acapulco, lugar en el que fueron citados desde el cierre de campaña Feliz por los resultados electorales, Félix Salgado Macedonio, dos veces candidato a la gubernatura, diputado federal en dos ocasiones y exsenador, explicaba que más que un triunfo del PRD o del candidato Zeferino Torreblanca, “se trató de un triunfo del pueblo de Guerrero” A diferencia de 1999, en que compitió Salgado contra el actual gobernador, René Juárez Cisneros, el perredista conocido como el “diputado costales” y el “senador mantas”, destacó que en aquel año “las mañas del PRI no eran delitos electorales, ahora ya hay una Fepade, y los mapaches sabían que si cometían tropelías podían ser enjuiciados” Luchador social desde hace 40 años –inició su lucha contra el régimen priista en 1964 apoyando al Frente Electoral del Pueblo, de Ramón Danzós Palomino-- Octaviano Santiago Dionisio no alcanzaba a entender la dimensión del asunto: “El triunfo nos rebasó; en reuniones de campaña pugnábamos por alcanzar, cuando mucho, una distancia de 6 puntos de diferencia, pero tener casi 15 puntos de distancia, es asombroso, lo único que puedo pensar es que el pueblo nos rebasó y que el compromiso es tremendo” Santiago Dionisio, uno de los políticos guerrerenses más emblemáticos del PRD, y quien fue uno de los coordinadores de Torreblanca Galindo, añade: “Todavía no sé qué sentir ante el triunfo, han sido 40 años de pelea, primero electoral y luego con las armas (formó parte del grupo armado de Lucio Cabañas Barrientos), lo único que sé es que la de Guerrero fue la campaña más millonaria del PRI que Guerrero ha tenido en los últimos 75 años, de ahí que antes que sentirnos felices tenemos que exigir a nuestro aliado, Zeferino Torreblanca Galindo, que investigue, ahora como gobernador, el origen de esta campaña ostentosa, que ofendió al pueblo de Guerrero” Después de las 9:00 de la noche, cuando Roberto Madrazo dio su última conferencia de prensa en Chilpancingo, tratando de desconocer los resultados electorales, no se volvió a saber de los priistas Conferencias de prensa anunciadas por el PRI, en las que estaría el candidato priista fueron canceladas La versión extraoficial fue que desde la noche del 6 de octubre, dirigentes y delegados especiales, salieron huyendo de Guerrero En la madrugada, miles de acapulqueños esperaron hasta altas horas al candidato triunfador, que a 24 horas de conocido su triunfo, no había sido reconocido por ninguno de los poderes establecidos, ni por el gobernador René Juárez Cisneros ni por el presidente Vicente Fox En ese último acto de campaña, para agradecer la participación de los votantes, Zeferino Torreblanca ofreció no actuar con venganza e hizo un llamado a un “pacto social” para evitar actos de violencia postelectoral Una nueva etapa iniciaba en Guerrero

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