Historia

Tras las huellas documentales de Hernán Cortés

Estudiosa también de López de Gómara y Díaz del Castillo, Martínez ha sido profesora invitada en la Universidad de La Sorbona y ha realizado estancias de investigación en la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales, ambas en París, así como en la UNAM y en la Universidad de Oxford. 
domingo, 4 de abril de 2021 · 16:51

De sus arduas investigaciones sobre el capitán castellano, la doctora María del Carmen Martínez, de la Universidad de Valladolid, España, extrae aquí rasgos de su personalidad poco conocidos. Menciona que la obra del historiador José Luis Martínez es una guía para todo aquel que se acerque a la figura­ del conquistador, y que es posible reflexionar sobre él y otros personajes de su tiempo sin pasión. Sin embargo, las fuentes conservadas, dice, “no siempre contienen información para responder a las numerosas preguntas”, en un panorama tan complejo “y con muchos intereses en juego”.

CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- Para la historiadora María del Carmen Martínez Martínez, investigadora y catedrática en la Universidad de Valladolid (UVa), España, no sólo los estudios sobre Hernán Cortés son testimonio fehaciente del interés que a lo largo de la historia ha suscitado el personaje, también lo son obras teatrales, piezas musicales, novelas…

Ese interés ya lo mostraban, incluso, los hombres de su tiempo, dice al mencionar los escritos legados por Lucio Marineo Sículo, Francisco López de Gómara, Bernal Díaz del Castillo, Gonzalo Fernández de Oviedo y Bartolomé de Las Casas, entre otros.

La doctora en Filosofía y Letras se incluye en esa fascinación:

“Los investigadores seguimos buscando nuevos testimonios y fuentes sobre él y su época.”

Como estudiosa de la historia de América, además de haber escrito los libros La emigración castellana y leonesa al Nuevo Mundo, 1517-1700 y Reconstruyendo la ciudad maya: el urbanismo en las sociedades antiguas (con Andrés Ciudad Ruiz y María Josefa Iglesias Ponce de León), se ha convertido en especialista suprema de los documentos del conquistador, sustentada tal calidad en numerosas obras: Hernán Cortes, Cartas y memoriales, En el nombre del hijo. Cartas de Martín Cortés y Catalina Pizarro, y Desde la otra orilla. Cartas de Indias en el Archivo de la Real Chancillería de Valladolid (siglos XVI-XVIII).

Así, no tiene empacho en decir:

“Hernán Cortés con sus escritos difundió en Europa una realidad que lo fascinó y de la que se sintió parte. Cuando uno conoce sus textos y, sobre todo, sus proyectos, resulta sorprendente su vida sin reposo, interesado al mismo tiempo por las empresas marítimas, agrícolas, mineras y ganaderas en la Nueva España; el turco en el Mediterráneo, la vida del emperador en Europa, los pleitos en los tribunales a ambos lados del Atlántico, la defensa de las mercedes que le concedió el rey, el futuro de su familia, la atención a sus redes epistolares… todo ello lo presenta como un hombre singular que destaca en el conjunto. Su nombre circuló de boca en boca, y Cervantes lo inmortalizó en su obra. La fascinación que suscita el personaje no es por una única razón, su singularidad le es otorgada por el conjunto y la escala de sus actuaciones”.

Martínez fue invitada a participar en la tercera sesión de la Cátedra de Patrimonio Histórico-Cultural de México Rafael Tovar y de Teresa, coordinada por el historiador Rodrigo Martínez Baracs en el seno de la Academia Mexicana de la Historia (AMH).

Dictará la conferencia El hilo de la memoria: el archivo del marquesado del Valle (Hospital de Jesús), el lunes 12 de abril, a las 17:00 horas, a través de Facebook Live de la AMH.

Vía correo electrónico, la investigadora –quien está realizando un catálogo razonado de los documentos cortesianos con imágenes, descripciones, contexto histórico, ubicación del archivo en el cual se encuentran y dónde se han publicado, entre otros datos– cuenta a Proceso que comenzó a estudiar dicho acervo hace más de una década:

“Previamente había trabajado sobre Cortés con documentación de archivos españoles, y era imprescindible para la investigación en curso la consulta del Ramo del Hospital de Jesús, donde se conservan documentos de Cortés y sus descendientes.”

Materiales valiosos

Según información del gobierno federal, el Fondo Hospital de Jesús 1520-1925 contiene documentos que resguardaba la institución de salud (primera de América, fundada por el propio Cortés en 1524), entre ellos los relativos al marquesado del Valle establecido en 1529 por el conquistador y que abarcó pueblos y comunidades, como Coyoacán en la Ciudad de México; Antequera en Oaxaca, Tuxtla en Veracruz, y Toluca en el Estado de México.

Otra parte son fondos que abarcan desde el siglo XVI hasta 1929, año en el cual fueron declarados propiedad nacional por la Secretaría de Gobernación y quedaron bajo el resguardo del Archivo General de la Nación (AGN). En 2018 el fondo especial fue reconocido como Memoria del Mundo por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), https://www.gob.mx/agn/articulos/agnresguarda-el-fondo-hospital-de-jesus-1520-1925.

 –¿Qué destacaría de lo que ha encontrado en el acervo? ¿Hay algo que cambie parte de lo que hasta ahora se conoce del personaje y de la historia de la Conquista?

–Considero que Cortés se ha visto sobre todo como protagonista de la toma de Tenochtitlán y se han destacado menos otras facetas del personaje que demuestran su capacidad organizadora y promotora de empresas de muy diverso tipo. Creo que la visión del personaje a partir de la documentación judicial que estoy estudiando dice mucho de su relación con los españoles e indígenas y de sus proyectos, sobre todo las empresas en la mar del Sur (el Océano Pacífico).

“Por otro lado, considero que su papel de alcalde en la ciudad de Santiago (Cuba) fue determinante en la decisión que se tomó en Veracruz, que fue una empresa colectiva, no sólo de Cortés, como pone de manifiesto el documento más antiguo conocido de los españoles tras su desembarco y que tiene la fecha de 20 de junio de 1519. Su deseo era actuar de manera diferente a lo que había conocido en las Antillas (donde se extinguió la población original), especialmente en las relaciones con la población indígena.”

A partir de ese documento, la historiadora escribió el libro Veracruz 1519, los hombres de Cortés. Así lo explicó Martínez Baracs el 21 de febrero pasado, al anunciar en estas páginas (Proceso 2312) el programa de la Cátedra Rafael Tovar y adelantar parte del contenido de su propia ponencia, presentada el 8 de marzo (titulada Robos, intercambios, ocultamientos, recuperaciones, invenciones de libros y documentos mexicanos).

Contó el historiador que ese documento más antiguo es una carta dirigida al cabildo de Veracruz por sus habitantes, y tiene la peculiaridad de haber sido firmada por todos ellos, que eran 400. Fue descubierta por John Frederick Schwaller, quien la publicó en 2014. Otro investigador la había encontrado en los años ochenta del siglo pasado, pero no fue sino hasta 2007 cuando se la presentó al historiador mexicano José Luis Martínez, biógrafo y especialista en Cortés.

Martínez Baracs la publicó en la revista Historias y dio crédito a Alfonso Martínez Cabral como su descubridor, pues fue él quien por casualidad la halló en el Archivo General de Indias, en Sevilla. Sin embargo, “pasó inadvertida”, dijo. No así para Carmen Martínez, quien le escribió para comentarle que estaba en su búsqueda, pero no la encontró en el AGN, finalmente la halló y escribió el libro mencionado.

–¿Tenía intercambio académico con José Luis Martínez? ¿Qué tanto le deben sus investigaciones a él?

–Realmente no tuve la fortuna de conocer al maestro José Luis Martínez. Sí he tenido la suerte de tratar a su hijo, Rodrigo Martínez Baracs, que siguió muy de cerca el trabajo de su padre sobre Cortés y con quien mantengo una relación de amistad e intercambio académico. La obra de José Luis Martínez es un referente y guía para todo aquel que se acerque a la figura de Cortés.

Cabe recordar, puesto que el tema global de la Cátedra Rafael Tovar de este año es “Pérdida de documentos y de piezas arqueológicas, por sustracción pero también por negligencia”, que la investigadora de la UVa forma parte del grupo de historiadores integrado por el propio Martínez Baracs, Michel R. Oudijk –de la UNAM– y Sebastián van Doesburg –de la Fundación Harp Helú–, que acreditó el saqueo de documentos mexicanos del siglo XVI.

En un estudio entregado a Proceso en septiembre de 2020, denunciaron que una serie de documentos que se estaban ofreciendo en casas de subastas, como Morton, Swann, Bonhams, Christie’s y Sanders, fueron “arrancados” del AGN (Ramo Hospital de Jesús), y la doctora Martínez tuvo la oportunidad de fotografiarlos antes del hurto, lo que permitió cotejarlos.

Además de señalar que es una práctica ascendente que amenaza el patrimonio nacional, expresaron que es realmente “una vergüenza para el país” que mientras se subastaban valiosos documentos, “la Unesco los estaba declarando Memoria del Mundo”.

Análisis profundo

Estudiosa también de López de Gómara y Díaz del Castillo, Martínez ha sido profesora invitada en la Universidad de La Sorbona y ha realizado estancias de investigación en la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales, ambas en París, así como en la UNAM y en la Universidad de Oxford. 

–Como usted sabe, para los mexicanos Cortés es un personaje muy controvertido. A partir de estudios como los que usted desarrolla, ¿es posible contribuir a la construcción de una imagen libre de prejuicios?

–En estos momentos estoy trabajando en los pleitos que mantuvo Cortés a lo largo de su vida y en la elaboración de un índice razonado del corpus cortesiano conocido, repartido por archivos y bibliotecas de América y Europa. Con ello creo que podremos tener una visión más completa del personaje, de sus diversas facetas y de la época en la que vivió. Considero que a los hechos que protagonizó el investigador debe acercarse libre de prejuicios, pues es un anacronismo partir de presupuestos que en la época no se veían como hoy los vemos. 

Enfatiza:

“Creo que recuperar sus huellas documentales contribuye a conocer mejor al personaje en todas sus facetas pues, al fin y al cabo, fue un hombre de su tiempo. Son muchos los aspectos que definen la personalidad de Cortés, hombre infatigable hasta el final de sus días. Si bien se ha destacado su faceta como conquistador, hay otras menos conocidas que son de gran interés. Destacaría su relación con el mundo indígena, su sentimiento de lealtad al rey, sus preocupaciones familiares y el interés por sus hijos, tanto legítimos como naturales, todos tuvieron cabida en su testamento, y mostró un especial cariño y preocupación por el hijo que tuvo con doña Marina.”

–Este 2021, conmemorativo de los 500 años de la caída de Tenochtitlán ¿podría ser buena oportunidad para reflexionar objetivamente?

–Sin duda, porque ahora es posible un diálogo multidisciplinar que enriquece el debate. El análisis no debe quedar en la superficie, hay que profundizar, conocer bien las fuentes, someterlas a la crítica científica e integrar las investigaciones de otras disciplinas. La realidad no es blanca ni negra, son muchos los matices y los actores que se mueven en un panorama complejo y con muchos intereses en juego. No cabe duda de que hubo encuentros, desencuentros y adaptaciones sobre los que se puede reflexionar sin pasión.

Se le comenta a la académica que desde hace tiempo hay en México trabajos de investigación orientados a reivindicar la figura de Moctezuma II (como lo ha hecho también el historiador de la Universidad Estatal de Pensilvania, Matthew Restall, en su libro Cuando Moctezuma conoció a Cortés), para aclarar que no fue el tlatoani que por superstición, miedo o sumisión entregó su imperio a Cortés, como se le ha descrito. También se están revalorando personajes como La Malinche y Cuauhtémoc.

–¿Hay en sus estudios algo en ese sentido?

–Las fuentes con las que he trabajado ofrecen pinceladas sobre los personajes mencionados, pero en la mayoría de las ocasiones desde el punto de vista de los europeos. Por su posición todos ellos desempeñaron un papel relevante en tiempos de Cortés. El problema es que las fuentes conservadas no siempre contienen información para responder a las numerosas preguntas que pueden formularse. Otras, que podrían arrojar luz sobre otros hechos, se han perdido. De doña Marina, por ejemplo, los españoles reconocieron su importante papel, sin duda una intermediaria inteligente y pragmática de cuyas explicaciones, traducidas inicialmente por Gerónimo de Aguilar, sacaron sus conclusiones los españoles.

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