Música

Clama Rafael Acosta: pensión para los rocanroleros veteranos

En 1958, para la emblemática banda Los Locos del Ritmo en la aurora del rock mexicano, su baterista compuso una canción que constituyó un “hitazo”: “Tus ojos”, originalmente interpretada por el solista del grupo, Toño de la Villa.
domingo, 24 de abril de 2022 · 10:03

En 1958, para la emblemática banda Los Locos del Ritmo en la aurora del rock mexicano, su baterista compuso una canción que constituyó un “hitazo”: “Tus ojos”, originalmente interpretada por el solista del grupo, Toño de la Villa. Hoy, a los 80 años, con una autobiografía de 700 páginas bajo el brazo, verdadero repaso histórico del género –Rafael Acosta. Más loco que ayer–, que las editoriales fuertes escatiman publicar, levanta una fundación de apoyo a sus colegas. Y así como los músicos buscan compartir sus creaciones con todo el mundo, dice, “quiero devolver a mis compañeros un poquito de lo que se merecen, que envejezcan dignamente”, mientras prepara una nueva grabación solista.

CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).– Baterista de Los Locos del Ritmo desde 1958 y Míster Loco en los setenta, Rafael Acosta crea la Fundación Vida, Salud y Rocanrol AC, enfocada en atender las necesidades de los músicos de rock de la tercera edad.

Y si bien desea abarcar “a veteranos como yo, pero de cualquier género sonoro”, por ahora decidió comenzar con los rocanroleros que requieran de esa ayuda.

Él compuso justo en 1958 “Tus ojos” para el primer disco LP de Los Locos del Ritmo (y del rock en español), una pieza que se goza en ya más de 60 versiones desde la grabación original con el primer cantante del grupo, Toño de la Villa (fallecido en 1962, a los 22 años). En 1971, Acosta incluyó su rola de mariachi-rock “Viva Zapata” en el álbum debut del conjunto Los Locos, previo a Míster Loco.

Prepara un nuevo disco solista que saldrá este verano, celebrando 64 años de músico y 80 de edad.

Y al decirlo justifica la propuesta de su proyecto social “en busca de una pensión para nosotros, pues me he fijado que al hacernos viejos no sólo la sociedad, sino el propio Sindicato Único de Trabajadores de la Música [SUTM], que supuestamente protege a los músicos, nos hacen a un lado”.

EL SUTM, agrega, sobrevive por las cuotas que pagan los agremiados.

“Cuando dejas de ser joven te van cambiando de categoría, y cuando ya eres adulto mayor te vuelves un músico ‘administrado’; esta categoría equivale a que el sindicato sólo te permite pagar tus cuotas y que trabajes. Entonces, si te vas a morir el viernes, al sindicato parece que sólo le preocupa avisarte: ‘Pos vente el jueves pa’ que me pagues la cuota y puedes morirte en paz’”.

No exagera, enfatiza el artista en entrevista frente a la Fuente de los Coyotes, en el corazón de Coyoacán. Prosigue:

“Me he dado cuenta, por compañeros que dieron toda su vida al sindicato y al trabajo musical, que cuando más necesitaron de atención médica, el sindicato les cortó los apoyos. Son casos terribles. Un amigo se murió en Chihuahua al carecer de ayuda, y murió prácticamente solo, sin que nadie le tendiera la mano.”

Acosta se refiere a Armando Molina, de La Máquina del Sonido, uno de los organizadores del Festival de Rock y Ruedas en Avándaro 1971, quien falleció, en 2019, el mero Día del Músico, el 22 de noviembre a los 73 años.

“Fue un amigo de toda la vida, excelente bajista, yo lo vi desde que comenzó en el rock; luchó, se dedicó totalmente a la música, y cuando ya decidió irse a tocar y a vivir en Chihuahua con sus hijos, allá se dio cuenta de que el rock que él tocaba había cambiado y ya estaba influido por la música norteña. Total, que tuvo problemas económicos y se enfermó. Fue a una clínica del IMSS y no lo atendieron por no ser agremiado, no tuvo pa’ pagar un doctor ni pudieron internarlo en una clínica particular. Se nos fue por falta de atención médica oportuna.

“Los músicos necesitamos una vejez digna, así como la tienen los abogados o los dentistas, o por nombrarte, el presidente López Obrador acaba de anunciar pensiones y seguro para los periodistas. Yo creo que es muy ingrato e injusto que cuando más requerimos de trabajo y apoyo, ya sea la misma familia o el sindicato, de plano nos dejen solos. Necesitamos dos cosas: doctores y medicamentos, por una parte. Además, que al llegar a viejos te sientas útil, pues una vez que anduviste tu vida entera adquiriendo conocimientos y al envejecer quieres compartirlos, la sociedad o el sindicato te cierran las puertas y no tienes dónde aplicar esa experiencia”.

Asegura que no pretende crear otro sindicato de músicos. Su intención es que los músicos que se acerquen a la Fundación Vida, Salud y Rocanrol AC puedan tener una sede donde haya mesa y comedor, porque “luego no tienen qué comer y les urge una comida digna de tres tiempos”, insiste:

“A mí en realidad me conmueve ver a cuates músicos de mi generación tocando en las calles del Centro Histórico, con un sombrero en el piso casi pidiendo limosna. Yo siento que todos venimos a este mundo para hacer lo que nos gusta, en nuestro caso crear buena música y compartirla con la gente. Entre más crecemos vamos perdiendo más los apoyos sociales y yo, de alguna manera, quiero devolver a mis compañeros un poquito de lo que se merecen, que envejezcan dignamente. Hay casos tristes de la realidad que ¡ay!, ¡tragas aceite!, y te quedas pensando: ¡no puede ser, no puede ser! El rock nunca ha sido apoyado en nuestro país como sí lo es en otros.

“Por primera vez hubo un ritmo muy caliente y nosotros Los Locos del Ritmo fuimos abanderados para expresar las inquietudes de la juventud, pero ningún gobierno ni institución cultural en México le ha dado la trascendencia que merece. El refranero popular lo dice con sabiduría: Nadie es profeta en su tierra… Nosotros lo vivimos en carne propia; como Míster Loco fuimos cuatro veces de giras mundiales luego de ganar el concurso Yamaha en Japón, por encima de Elton John, André Pop y Henry Mancini. Acá ni nos pelaron.”

Acosta cambia la sonrisa:

“Hace cinco años murió el baterista Manny Martínez, de Los Teen Tops, y ayer recibí la triste noticia de que Chema Silva, el baterista original de Los Rebeldes del Rock, también falleció. Entonces, tres de los cuatro bateristas pioneros del rocanrol mexicano ya murieron, y nomás quedo yo…”

Magna autobiografía

Rafael Jesús Acosta y Córdova nació en la madrugada del 15 de diciembre de 1941. Hace un año decidió publicar la primera parte de su biografía en el libro de portada amarilla El rebelde. Nace el Rock & Roll en español (215 páginas, Pulpapublishing), con prólogo de Jaime Almeida y las siguientes palabras de Julissa:

Tu bella composición “Tus ojos” me ha acompañado y lo sigue haciendo hasta el día de hoy en todos mis montajes de “Vaselina”, ya que tú tan gentilmente me has permitido incluirla a lo largo de 40 años.

Muestra las fotos en blanco y negro con las casi 700 páginas del grueso volumen engargolado Rafael Acosta. Más loco que ayer, legajo único que dio vida a estas nuevas memorias dictadas a Víctor Abad Galván, licenciado en Derecho.

“Yo no escribí esta autobiografía, me ayudó un amigo que tampoco es escritor, es abogado. Así como lo ves, llevé este escrito de más de 600 páginas a diferentes casas editoriales y me decían que era demasiado grande. Me acuerdo que en la Editorial Trilce, una chava muy amable y guapa, creo la dueña, no sé, revisó este libro y me dijo: ‘Oye, Rafael, no te vayas, ¿eh? Tú te vas a quedar con nosotros...’.

“Me puse feliz, ‘¡ya me peiné pa’tras, por fin tengo editorial!’, porque el libro se lo había llevado a sus asesores. Cuando regresó me comentó: ‘Te voy a hacer una oferta. Voy a hacer mil libros igualitos que el grandote que me estás trayendo, pero te voy a cobrar 1 millón de pesos’. Y yo: ‘¡Perdón!, ¿te los doy orita o cuando salgan los mil ejemplares?’. Porque 1 millón de pesos, ¿no? Y salen mil libros, ¿en cuánto puedo yo vender cada libro para ganarme un peso? ¿Cuántas personas estarían dispuestas a pagar mil pesos en un libro de un rocanrolero? Es la misma historia. Al rocanrolero la sociedad lo minimiza, sobrevivimos con la pata encima.

“Le di las gracias, di media vuelta con mi libro bajo el brazo y fui a otras editoriales, Random House y algunas más benévolas, pero lo más barato que me cobraban por mi biografía eran 600 mil pesos.”

Logró un tiraje con Pulpapublishing, es el libro “amarillo” que Acosta vende personalmente (rafaelacostalibro@gmail y Facebook: RAFAEL ACOSTA FANPAGE OFICIAL). Nacido para ser libre, Acosta narra en la primera parte de su biografía, con desparpajo, cómo vivió su infancia con una madre amorosa muy chambeadora; un padre que lo golpeaba de niño y una hermana pintora muy creativa. Y cómo a los 16 años escribió “Tus ojos” para su futura esposa, Yolanda:

Hay una frase popular y famosa que dice así: ‘Más dice una mirada que mil palabras’. Así pues, todos los ojos femeninos que había conocido me decían tantas cosas con sólo una mirada. Este se convirtió en el elemento valioso y fuerte que trabajaría para lograr mi canción. El segundo elemento era la voz de Toño de la Villa. Al estar creando la canción, mi mente y mis sentimientos me llevaban a imaginar su voz en la interpretación […] Realmente no importó que nuestro grupo fuera de Rock and Roll frenético y desesperado, aparte de ser loco y ruidoso. Yo traía esto en las venas y lo tenía que hacer explotar. La balada romántica transformó al grupo y lo llevó a otra atmósfera […] Pero es importante que diga lo que siento por mi querido Toño. Creo que fue él quien impulsó al grupo a esa magia y calor que transformaba todo. Él dominaba el ambiente con su voz, y al cantar sacaba a flote los sentimientos encontrados con los que vivía. Su corta vida fue muy intensa, y a las horas de entonar cualquier canción su influencia no tenía límites, sacando la grandeza del alma.

–¿Por qué escribiste el rocanrol “Viva Zapata”?

–Porque siempre he admirado a los personajes que ayudan a la gente, mano. Y Zapata se opuso al gobierno de esa época para ayudar al pueblo. Yo, al verlo en fotos con su sombrero, a caballo, tan bragado, y por todo lo que hizo, me llegó la musa y en 1971 se estilaba mucho hacer piezas en inglés, ¿no? Fuimos a grabar la canción a Estados Unidos, salió la versión en el LP de Musart; pero como era en inglés y de un personaje mexicano como Zapata, pues pasó un tanto cuanto inadvertida.

“Hace tres años se declaró el año del Caudillo del Sur Emiliano Zapata aquí en México y dije: ora sí voy a hacerle la letra en español. Invité a grabarla conmigo a cantantes como Rubén Albarrán, de Café Tacvba; el doctor Shenka, de Panteón Rococó; El Piro, de Ritmo Peligroso, y Mastuerzo, de Botellita de Jerez. La versión está padre, tiene pedacitos de son jarocho, norteño y mariachi, pero no he podido difundirla porque ahora necesitas un padrino para darla a conocer. No me importa. Lo esencial es haberla grabado y este verano voy a presentarla con un nuevo disco. Si pega, ya estaría yo cambiando mi coche, que tiene 14 años de vida y se está desbaratando.”

Agarra aliento, saca el cántico:

Te quiero platicar quién fue Zapata

por tierra y libertad luchó Zapata…

Y se despide esperando fructificar su colaboración con Felipe Galván en una obra de teatro musical, sobre su camarada vocalista Toño de la Villa y su banda Los Locos del Ritmo, intitulada precisamente como su rola: “Tus ojos”. 

Reportaje publicado el 17 de abril en la edición 2372 de la revista Proceso cuya edición digital puede adquirir en este enlace.

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