Japón: Después de 70 años, el pacifismo en riesgo

viernes, 3 de julio de 2015 · 20:40
MÉXICO, D.F. (apro).- El actual gobierno japonés, liderado por el primer ministro conservador Shinzo Abe, intenta reinterpretar el “pacifismo oficial” consagrado en la Constitución de Japón para permitir a las Fuerzas de Auto Defensa participar en operaciones conjuntas con Estados Unidos. Setenta años después de que en Postdam, Alemania, los mandatarios de la Unión Soviética, el Reino Unido y del propio Estados Unidos exigieran la rendición incondicional del imperio japonés, y de que fueran bombardeadas las ciudades de Hiroshima y Nagasaki, los japoneses temen que estos cambios los puedan llevar de nuevo a conflictos internacionales, afirma Yonezo Kanda, miembro del Comité Central y coordinador de la Comisión Política del Partido Comunista de Japón, la mayor fuerza política de oposición del país después de las elecciones locales de abril último. Y es que la Constitución de Japón, aprobada el 3 de mayo de 1947, establece en su artículo 9 que el Estado renuncia formalmente a la guerra como derecho soberano y prohíbe la resolución de disputas a través del uso de la fuerza. Diversos gobiernos japoneses, incluidos primeros ministros del Partido Liberal Democrático  (PDL), al que pertenece Shinzo Abe, han reconocido oficialmente que la participación de Japón en la Segunda Guerra Mundial fue producto de una política de agresión en contra de otros países, incluidos algunos de Asia, como China y Corea. Ese artículo constitucional “fue una declaración pública, una promesa”, y sentó las bases en las que se estableció este país en la posguerra, señala Kanda. Por iniciativa del gobierno de Abe,  en junio de 2014  la Dieta (el Parlamento) modificó la Constitución para que fuerzas japonesas pudieran salir del país para socorrer a japoneses con problemas en otras naciones.  Luego, en mayo pasado, Abe propuso a la Dieta que el ejército japonés pudiera participar con Estados Unidos en acciones militares conjuntas, incluso si Japón no es atacado. Sin embargo, la Dieta terminó sus sesiones el pasado 24 de junio sin que esta iniciativa fuera aprobada.  Su discusión se reprogramó para septiembre próximo. A la vez, el gobierno de Abe presiona cada vez más para ampliar las bases estadunidenses en la isla de Okinawa. Abe "realmente no quiere reconocer la guerra, incluso la justifica" dice Kanda., quien añade que “hizo un compromiso con Estados Unidos para aprobar más leyes antes del verano, pero no lo logró y ahora amplió el plazo por 90 días". Durante una discusión en la Cámara del 20 de mayo, congresistas le preguntaron a Abe si sabía el contenido de la Conferencia de Postdam que declara que la guerra de Japón fue una guerra de agresión: "¿Está usted de acuerdo con esta declaración? ¿Piensa que la guerra de Japón fue una guerra incorrecta?”, le preguntaron. Abe evadió responder directamente y dijo que seguía "globalmente" las declaraciones de anteriores primeros ministros como la de Tomiichi Murayama en 1995, lanzada con aprobación del gabinete japonés durante el cincuentenario del fin de la guerra, que expresaba "profundo remordimiento" por la "agresión y dominio colonial" de su país. "Eso preocupa. (Abe) quiere modificar la esencia promoviendo regulaciones de guerra que puedan dar la oportunidad de participar  especialmente en acciones contra el Estado Islámico ", acusa Kanda. Las Fuerzas de Auto Defensa de Japón participan en misiones de la Organizaciones de Naciones Unidas, pero en enero Kenji Goto y Haruna Yukawa fueron ejecutados por el Estado Islámico (EI). Abe dijo en ese entonces que Japón no perdonaría a los yihadistas. De acuerdo con Kanda, el primer ministro utiliza esto como excusa para hablar de "prevención" de ataques futuros al país, aunque ha intentado impulsar las modificaciones mucho antes de los asesinatos. El dirigente del PC asegura que más del 60% de la sociedad japonesa  quiere mantener este artículo constitucional. "Las personas no quieren guerra y tienen miedo de las consecuencias que puedan traer estos cambios” declara. El pasado 14 de junio 25 mil personas se manifestaron frente a la Dieta; 15 mil mujeres lo hicieron seis días después. Y 5 mil profesores crearon una organización que rechaza las modificaciones constitucionales. Kanda dice que prácticamente a diario opositores realizan actos públicos de protesta en contra de dichas modificaciones  que son cubiertos, "sorpresivamente y de forman interesante", por los medios de comunicación. Muchos artistas japoneses han alzado la voz. El Premio Nobel de literatura, Kenzaburo Oe, dijo en un foro en mayo: “Shinzo Abe se rehúsa a admitir el terrible pasado de Japón. Japón necesita de imaginación para forjar una nueva realidad a través de una profunda reflexión sobre la guerra”. Isao Takahata, cofundador de los estudios de animación Ghibli junto con el famoso director Hayao Miyasaki, contó en una entrevista con el periódico Mainichi Shimbun que tomó la decisión de hablar por primera vez sobre sus experiencias de la guerra cuando fue niño debido a las reformas impulsadas por Abe. "Hay un sentimiento de crisis más grande que en cualquier otro momento de la época de postguerra en Japón porque el gobierno está amenazando la paz que floreció después de la guerra", dijo Takahata, director del animado La tumba de las luciérnagas. Y agregó:"Quiero que la gente escuche las diferentes historias de guerra e imagine lo que ocurre cuando estalla. Creo que se dará cuenta que nos estamos alejando del camino correcto". El pasado 18 de junio una sobreviviente de la guerra, la novelista y monja budista Jakucho Setouchi, de 93 años de edad, realizó un acto con 2 mil personas frente a La Dieta en el cual dijo:  "La situación de Japón es terrorífica. Tengo una sensación profunda de lo terrible y dura que fue la última guerra. Como veo la situación en Japón, tengo miedo que nos acerquemos a esa guerra tan terrible". Este 26 de junio, el periódico Mainichi Shimbun publicó un editorial con un título elocuente: “Se necesita un pronunciamiento sensible de Abe en el 70 aniversario del fin de la guerra”. El texto emplaza a al primer ministro no a reflejar su punto de vista, sino el de “todo un pueblo”.
Tenemos paz ahora… “¿Tenemos paz ahora? La Hermana de mi abuelo amaba las flores Amaba bailar, me amaba como su nieto Desde hace setenta años que acabó la guerra Vive como una viuda, loca ¿Tenemos paz ahora?”
Este poema fue leído por un joven de 17 años en una ceremonia por el 70 aniversario de la Batalla de Okinawa en el Parque Memorial de la Paz en la Prefectura de Okinawa el pasado 23 de junio. Shinzo Abe fue abucheado durante el acto. El 20% de le territorio de la Prefectura de Okinawa está bajo ocupación militar estadounidense hasta el día de hoy. Hay oficialmente 146 bases militares en Japón. El 70% está en Okinawa. Los gobiernos de Washington y Tokio acordaron reubicar una de sus bases militares: pasarla de la población  de Futema a la de Henoko, ambas en la provincia de  Okinawa.  Los ciudadanos de Futema se han movilizado, especialmente desde noviembre pasado, para evitar que la base se instale en el territorio de su comunidad. El gobernador de Okinawa, Takeshi Onaga, respalda la decisión de la población de Futema y mantiene el 80% de aprobación popular. En diciembre, el Partido Comunista realizó una alianza atípica con partidos conservadores de Okinawa, también opuestos a la construcción de la nueva base, y ganó los cuatro escaños  de la isla a los candidatos del Partido Liberal Democrático, promotores del proyecto. Kanda sospecha: "Quizás quieran remover las bases, o no ampliarlas, con la condición de que Japón participe en sus acciones". Y asevera: "Por casi 68 años se ha vivido bien sin participar en una guerra, no tiene por qué cambiar esta situación".

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