CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Un actor se transforma en distintos personajes y un hombre se transforma cambiando su rostro hasta convertirse en otro, definitivamente. ¿Es otro, él, que cambia de rostro? ¿Dónde queda su identidad? ¿Somos presente o el pasado se incrusta inherentemente en nosotros? ¿Qué seríamos con otro rostro? ¿Qué se queda y qué se va? ¿Qué se pierde y qué se gana? ‘Lázaro’ es un proyecto realizado por Lagartijas Tiradas al Sol para presentarse específicamente de manera virtual, construido con videos, testimonios, fotografías, documentos autobiográficos, cinematográficos y teatrales. Una pieza en la que se salta la línea divisoria entre lo personal y lo ficticio, como si fuera una cuerda que gira y gira y a la que entramos y salimos sin dejar de brincar. ¿Es película, es un video casero, son fotos íntimas o creadas? ¿Sucedió en la vida real, o en el escenario, o en la pantalla? … Con el paso de las imágenes, ya no importa, porque simplemente participamos en este juego de la creación donde Lagartijas Tiradas al Sol nos hace testigos de cómo Gabino Rodríguez se transforma en otro, realizándose una cirugía en el rostro para convertirse en Lázaro. https://youtu.be/tLqtjEUvp5A Hay referencias de performances en donde se experimenta con la cirugía; como la artista francesa, Orlan, quien en los noventa filmaba cada cirugía que se realizaba en la cara y la transmitía, con objetivos claros en un museo y en distintas plataformas. Una de las motivaciones de Gabino Rodríguez fue la nota de una mujer que se disparó en la cara y “se la cambiaron”, y otro impulso fue la sensación de sentir que en los personajes que él interpretaba estaba él, ahí, reproduciéndose. En la pieza se reflexiona, se cuentan historias y se proyectan escritos de amigos que hablan de quién era Gabino Rodríguez, como una despedida de esa persona. A seis meses de su cirugía, está ahí, abriendo su experiencia como Luisa Pardo le sugirió. Cuántas dudas se comparten en el proyecto e historias íntimas que se revelan. Son compañía, fueron pareja, son amigos, hermanos y compañeros de trabajo. ‘Lázaro’ se enmarca dentro de un proyecto más amplio, llevado a cabo por Lola Arias, teatrista argentina radicada en Alemania, cuyo campo se ha concentrado en el teatro documental y ha realizado interesantes propuestas, como ‘Campo minado’, que se presentó hace unos años en México. ‘My documents’ es una invitación a cinco artistas para compartir sus documentos y sus caminos de búsqueda en la danza, las artes visuales o el teatro, a través de Zoom. ‘Lázaro’ se presentó el 12 y el 13 de junio en vivo; unos en Zoom, viendo, y viéndolo sentados en sus casas, solitarios la mayoría, como espectadores que también son observados antes y después de la presentación. Otros por Youtube, donde se podía hacer preguntas a través del chat. Estará todo este mes junto con cinco proyectos más. ‘Lázaro’ fragmenta la pantalla en dos o tres recuadros. En uno está Luisa Pardo, desde el sur de México, guiando la presentación, interviniendo con sus opiniones o sus dudas respecto a las implicaciones del acto de transformarse a través del rostro. ¿Logrará su objetivo o volverá a la misma pregunta? Gabino Rodríguez, siempre de espaldas, leerá sus diarios y al final nos develará algo de su nuevo rostro. En el recuadro más grande estarán las imágenes y los testimonios de los amigos. Lentas o veloces, fijas o en movimiento, historia, infancia, pasado y presente. ‘Lázaro’ es una experiencia fascinante llena de creatividad y planos de realidad que nos abre la mente, y que desde la lejanía por el confinamiento se puede vivir.