Fritz 11 hace su debut

lunes, 10 de diciembre de 2007 · 01:00
México, D F, 10 de diciembre (apro)- Los programas de computadora que juegan al ajedrez han sobrepasado el ambiente académico, donde algunos científicos obsesionados con el problema intentaban escribir software que pudiese imitar las capacidades humanas para el juego-ciencia Hace cerca de 50 años nadie suponía que se podía escribir software que pudiese jugar bien al ajedrez Incluso, hubo una famosa apuesta entre el Maestro Internacional David Levy y una serie de científicos Levy apostó en 1968 que, en 10 años de plazo, no habría un programa de computadora que le ganara en un match En 1978 el escocés ganó la apuesta, pero eso no amilanó a los profesionales del cómputo, que en 1989 sacaron radicalmente del tablero al propio Levy, usando Deep Blue, la máquina que más adelante jugaría dos matches con Kasparov, perdiendo el primero y batiendo al campeón mundial en el segundo Es claro que los sistemas de cómputo han avanzado notablemente De las computadoras caseras de 128k Bytes hoy tenemos verdaderos súper equipos en nuestros escritorios, con muchos gigabytes en disco duro y unos cuantos en la memoria de la máquina Por ello, también ha crecido el número de programadores que bien puede utilizar estos equipos con este fantástico poder de cómputo, para intentar escribir programas que hace 20 ó 25 años solamente podían escribirse en equipos costosísimos, en centrales de cómputo que sólo ciertas empresa y universidades podían tener En los últimos años hemos visto una serie de programas que avanzan en la comprensión del ajedrez y que juegan notablemente bien Probablemente le ganan a un 99% de la población mundial que juega al ajedrez, pero eso no significa que esto sea la muerte del juego-ciencia Al contrario, gracias a esto, tenemos una poderosa herramienta para analizar con más precisión las jugadas propias y de nuestro rival Podemos hacernos una buena idea de cómo evaluar una posición que consideramos dudosa si ponemos al programa más popular, que en pocos minutos nos dirá quién tiene ventaja En suma, los programas de computadora que juegan al ajedrez son ahora la herramienta indispensable para trabajar en el juego Así, la empresa alemana Chessbase (wwwchessbasecom) acaba de sacar su última versión (la 11) de su popular programa Fritz Este programa le ganó ya al ahora excampeón mundial Vladímir Kramnik en partida oficial La comprensión que el programa tiene del ajedrez es ahora más profunda, más posicional Los programadores de este sistema (que corre en computadoras de escritorio caseras), han empezado a entender cómo meter conocimiento posicional al programa, lo que a la larga le da un incremento de 100 puntos de rating sobre la versión anterior del mismo Además, el sistema incluye nuevas maneras de ayudarse a entrenar utilizando el programa en cuestión Por ejemplo, ahora se puede practicar el cálculo de variantes utilizando un novedoso sistema que se incluye en Fritz 11 Si uno tiene, por ejemplo, una posición compleja en el cálculo de jugadas, puede uno entrenarse usando una opción del programa, en la que el operador (el ser humano), hace las jugadas en el tablero que aparece en la pantalla de la computadora La jugada se registra, pero no se observa ningún cambio en el tablero, exactamente igual que cuando jugamos una partida en vivo Podemos imaginar donde están las piezas y hacia a dónde se mueven, pero no podemos moverlas físicamente para ver si nos gusta cómo quedará el tablero después de una serie de movimientos Así, uno puede "mover" las piezas sin realmente moverlas en el tablero de Fritz Apretando un botón, podemos ver si nuestro cálculo mental fue correcto, porque el programa observa que no se hayan hecho jugadas ilegales En mi opinión, esta opción es muy interesante porque permite al jugador analizar con su propia cabeza para después comparar lo que no ha visto contra lo que el programa ve Por supuesto que Fritz 11 contiene más de un millón de partidas de ajedrez en su base de datos, muchas opciones de entrenamiento, capacidad para usar libros de aperturas y hacer del programa prácticamente invencible en esta etapa del juego, etc Contiene las opciones anteriores poder platicar con el rival, mandarle mensajes audibles e, incluso, poner música clásica de Bach (de fondo) Por unos 60 euros, este programa es una buena compra para los amantes del juego-ciencia

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