El Vaticano

Papa Francisco ordena enviar a Bélgica a Franco Coppola, nuncio en México

Coppola tiene una amplia experiencia diplomática en países en conflicto: fue nuncio apostólico en los turbulentos países africanos de Burundi, Chad y República Centroafricana.  
lunes, 15 de noviembre de 2021 · 13:21

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El Papa Francisco acaba de nombrar a monseñor Franco Coppola como nuncio apostólico en Bélgica, por lo que dejará de tener esa representación diplomática en México, anunció hoy la Santa Sede.

“El Santo Padre ha nombrado nuncio apostólico en Bélgica a su excelencia reverendísima  monseñor Franco Coppola, arzobispo titular de Vinda, actualmente nuncio apostólico en México” informó el escueto comunicado de la oficina de prensa de la Santa Sede.

Por su parte, a través de una misiva, Coppola agradeció al Papa su nuevo nombramiento y también el haber sido su representante en México durante 5 años.

Igualmente agradeció a la Virgen de Guadalupe, a los obispos y a los fieles mexicanos por haberle dado una buena acogida en el país. Escribió al respecto:

“Agradezco a Santa María de Guadalupe por haberme acogido, dirigido, protegido y fortalecido con su mirada maternal que, estoy seguro, me acompañará donde quiera que vaya", dijo.

“Agradezco a cada uno de ustedes, mis hermanos obispos, por haberme regalado, sin ni siquiera conocerme, el gran respeto que tienen por el mismo Santo Padre.

“Finalmente, agradezco a todo el Pueblo Santo de Dios que peregrina en México: su fe sencilla y ardiente me ha pedido en cada momento estar a la altura de lo que él ve en sus pastores, la presencia misma de Dios, que lo bendice y lo guía”.

Coppola también informó en su misiva que, “para terminar los asuntos pendientes”, se quedará en México hasta fines de este año. Y adelantó que el 1 de enero de 2022 se despedirá de la Virgen del Tepeyac en una misa que presidirá en la Basílica de Guadalupe.

“Los días siguientes los pasaré en Roma, entregando el trabajo hecho en México y recibiendo las encomiendas para lo que me espera en Bélgica, donde llegaré a la mitad de enero”, escribió.

Coppola tiene una amplia experiencia diplomática en países en conflicto: fue nuncio apostólico en los turbulentos países africanos de Burundi, Chad y República Centroafricana.  

Luego el Papa Francisco lo envió a México, a donde llegó en febrero de 2016, precisamente porque es un país con un alto grado de violencia, provocada principalmente por los carteles del narcotráfico.

El pasado mes de abril, Coppola recorrió por tierra –junto con el obispo de Apatzingán, Cristóbal Ascencio—el  peligroso municipio michoacano de Aguililla, que se disputan los Cárteles Unidos y el Cártel Jalisco Nueva Generación.

Ambos prelados viajaron en una camioneta blanca en la que ondeaban banderolas del Vaticano en señal de paz, realizando el recorrido por una carretera bloqueada con enormes zanjas y bordeada por vehículos incinerados y baleados por los narcotraficantes.

Los medios nacionales e internacionales calificaron ese viaje como un acto temerario, ya que el nuncio y el obispo se fueron a meter a “la cueva del lobo”, poniendo en riesgo sus vidas, algo que ni siquiera hizo el entonces gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles, quien pocos días antes había visitado Aguililla… pero en helicóptero.

Desde que se reanudaron las relaciones diplomáticas entre México y la Santa Sede, en 1992, Coppola es el primer nuncio que se interna en un territorio dominado por los carteles del narcotráfico.

En una entrevista para el semanario Proceso, tan pronto realizó ese viaje, Coppola señaló que los cárteles no solo se están apoderando de algunos puntos geográficos de México, como el de Aguililla, sino que además están “infiltrando a las instituciones” y comprando a las “fuerzas de seguridad” en algunos estados del país (Proceso 2324).

Y mencionó las razones que lo hicieron viajar a Aguililla:

“A los criminales les gusta el silencio, que no se hable nada de sus acciones, que todo quede en lo oscuro. De manera que al viajar a Aguililla mi intención fue prender las luces y llamar la atención sobre el drama que ahí se está viviendo”.  

En esa entrevista, Coppola anunció sus planes de realizar más recorridos a zonas dominadas por el narcotráfico, puesto que, dijo, “la misión de la Iglesia es estar del lado de las víctimas y hacer todo lo posible para que salga de su situación”.

Sin embargo, justo cuando tenía todos esos planes, el Papa Francisco lo envía a Bélgica, un país europeo de primer mundo, totalmente distinto a México en cuanto a índices de violencia.

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