MORELIA, Mich. (apro).- El párroco de Apatzingán, Gregorio López Jerónimo, mejor conocido como Padre  Goyo, fue enviado a la Universidad Pontificia de la Ciudad México “para cursar una actualización académica durante dos años”. Así lo dio a conocer a Apro el cura que brindó su apoyo a los grupos de autodefensa en Tierra Caliente y que incluso acudió a instancias internacionales para exigir la liberación del exlíder José Manuel Mireles, preso desde junio de 2014, lo que ocasionó un disgusto a Luis Patiño Velásquez, quien fuera obispo de Apatzingán, y a su sucesor Cristóbal Ascencio García. López Jerónimo también recibió el regaño del arzobispo Alberto Suárez Inda, quien le pidió que actuara de "manera más sensata", luego de los señalamientos y críticas que hizo el cura contra las fuerzas federales, a las que calificó de protectoras de los líderes del cártel de Los Caballeros Templarios. “Yo no soy de los agachones", dice Gregorio López, dedicado al sacerdocio desde 1994. “No obstante la distancia, estaré viajando los fines de semana a Apatzingán, con el fin de estar en permanente contacto con la problemática de la Tierra Caliente michoacana”, subraya en entrevista. Y recuerda que el día en que decidió brindar su apoyo a los grupos de autodefensa para expulsar a Los Caballeros Templarios de esa zona, “estuvimos rezando un rosario por la tarde y después los pasé a la cochera. Todo fue muy pacífico. Vino la gente y estuvimos escuchando quejas que decían: ‘A mí me robaron', 'A mí me hicieron esto’. Y ellos (los autodefensas) estaban tomando nota como civiles, como la voz humana de este plan federal”. En su momento, Hipólito Mora, uno de los voceros de los autodefensas que estuvieron con el Padre Goyo, dijo en entrevista que, como civiles, invitaron a los habitantes de Apatzingán a que denunciaran los crímenes ante el Ministerio Público.