Asesinan a 10 personas en un centro de rehabilitación de Irapuato
IRAPUATO, Gto. (proceso.com.mx).– Vecinos del anexo “Empezando nueva vida”, de la calle Eratzicutzio en Irapuato, escucharon durante un largo rato, que pareció interminable, cómo un grupo de sicarios no dejaba de disparar dentro del inmueble.
La matanza fue brutal: las víctimas fueron diez hombres que se encontraban internados en el lugar, una aparente casa particular de dos plantas con protecciones que resultaron inútiles.
Es el tercer ataque similar cometido contra centros para personas con adicciones en la misma ciudad y en apenas seis meses. Y también fue el ataque que más víctimas mortales ha dejado.
Este anexo de la calle Eratzicutzio tiene el mismo nombre que otro centro de internamiento que fue incendiado el 8 de febrero, en la colonia Progresiva del Jaral de Irapuato.
En esa ocasión, los responsables viajaban en convoy, encapuchados y con armas de grueso calibre y granadas, con las que incendiaron otros dos inmuebles de la misma calle y privaron de su libertad a varias personas.
En lo que respecta a lo ocurrido este sábado, la Secretaría de Seguridad Municipal informó que hombres armados irrumpieron en la casa habilitada como “anexo” para rehabilitación de personas con adicciones, poco antes de las 4 de la tarde.
Algunos vecinos dijeron haber visto a una veintena de sicarios llegar hasta el sitio en cuatro camionetas. Varios tenían capuchas y chalecos.
Este grupo forzó la puerta del inmueble, ingresó y comenzaron a escucharse los disparos y gritos.
Después de cuatro o cinco minutos de disparos sin cesar, el grupo salió, abordó las camionetas y huyó sin problemas.
Policías y paramédicos que llegaron minutos después encontraron en el interior ya sin vida a cinco hombres –entre internos y personal a cargo– y a varios heridos.
Más tarde, la Secretaría de Seguridad confirmó que cinco de los heridos no lograron sobrevivir mientras eran atendidos.
Otro hombre que logró salir corriendo de la casa fue auxiliado en una colonia cercana; había recibido un balazo en una mano.
En la madrugada del 5 de diciembre, de otro anexo en el fraccionamiento Los Reyes fueron secuestrados violentamente 23 internos, quienes permanecieron privados de su libertad por unas horas.
Algunos lograron regresar a sus domicilios; otros fueron abandonados después de ser interrogados por integrantes de uno de los dos grupos criminales que predominan en la batalla por el control delictivo del estado, los cárteles Jalisco Nueva Generación y Santa Rosa de Lima, sobre la distribución de drogas en Irapuato.
Al menos, eso fue lo que en ese entonces declaró el fiscal Carlos Zamarripa Aguirre.