México, DF, 6 de diciembre (apro) - En uno de los torneos más fuertes y desgastantes del año, Garry Kaspárov, el ogro de Bakú, como le dicen, se coronó campeón de Rusia El mejor jugador del mundo terminó invicto con 75 puntos de diez posibles y le sacó 15 puntos a su inmediato perseguidor, el que a la postre quedara en segundo sitio, el GM Alexander Grischuk Gracias al torneo de Rusia pudimos ver que Kaspárov aún sigue siendo el mejor del mundo De unos pocos años a la fecha, se ha empezado a sentir que el mejor jugador hoy por hoy ya no ganaba convincentemente, o bien, que dejaba escapar triunfos construidos por muchas horas para terminar por estropearlo y tener que conceder un empate Desde luego que esta idea empezó como un comentario de algún periodista de ajedrez, y todo el mundo lo tomó como si fuese verdad La realidad es que Kaspárov sigue siendo por mucho el jugador más notable de la historia del ajedrez Ha sido un campeón que juega todos los torneos, que tiene un hambre insaciable de triunfo y que juega un ajedrez sin compromisos, sin concesiones Por ejemplo, para el torneo ruso, el ogro indicó que se ganaría con “+4” Esto quiere decir que quien ganara tendría que hacer 4 triunfos ya restadas las posibles derrotas Kaspárov, para no verse limitado, no ganó con +4, sino con +5 Su desempeño es francamente extraordinario en todos sentidos, además considerando que ya tiene 41 años y que al menos le lleva 15 a prácticamente todos sus antagonistas en dicho torneo (a excepción de Tseshkovsky, que ronda los 60 años Kaspárov se llevó 50 mil dólares (38 mil 400 euros), además de incrementar su rating Como en la lista de la FIDE tenía 13 puntos menos (y aparecería en enero con menos de 2800 puntos, exactamente 2799), este resultado le evitará caer en 2799, y probablemente incluso suba algunos puntos más De hecho, Garry subió 42 puntos, un número notable para el nivel de ajedrez que se está jugando Se pronostica que su nuevo rating, para enero, será de 2829 puntos Fantástico El mejor del mundo desde hace ya 24 años Esta fue la versión 57 del campeonato ruso, que contó con solamente 11 jugadores Krámnik desistió en participar y Kárpov hizo lo propio apenas unas horas antes que empezara dicho torneo El promedio de rating fue de 2677, y lo ubica como de categoría XVIII, no el más alto de la historia pero sí quizás el más alto considerando que es un torneo nacional y no uno internacional Sin embargo, algunas estrellas fallaron: Morozevich, de 27 años, extraordinario jugador, empezó mal y de malas, aunque se recuperó en la segunda parte y terminó cuarto Aún en esa posición final, perdió 88 puntos elo para su rating Grischuk demostró que no es gratuita su participación en este evento y terminó segundo Dreev acabó tercero, siempre muy estable en su juego Motylev quedó quinto El sexto puesto fue para Svídler, campeón de Rusia por tres ocasiones, de quien se esperaba más Séptimo fue Bareev que, siendo de la elite, ha empezado a bajar en su gran nivel En el octavo puesto apareció Epishin, que no ganó una sola partida, y sólo perdió una, ¡empatando las restantes nueve! Noveno fue Kortylev Décimo puesto para Timofeev y, el último, el décimo primer puesto para Tseshkovsky, el más veterano de esta contienda Quien debe haber seguido muy atentamente este torneo es el campeón mundial de la FIDE, Rustam Kasimdszhanov, quien aparentemente jugará a mediados de enero con el ogro de Bakú, para así unificar el título y lograr un match final de reunificación El ganador de este potencial encuentro enfrentaría a Krámnik Asunto que se ve lejano, porque la FIDE ha prometido el match Kaspárov- Kasimdszhanov, pero el mismo Garry ha mencionado que aún no ha visto las garantías financieras para que se lleve a cabo dicho encuentro Quiero creer que pronto tendremos noticias al respecto Por lo pronto el pronóstico para Kasimdszhanov se ve complicado: el rating del uzbeko es de 2650, aproximadamente el promedio del torneo de Rusia Si Kaspárov juega ese mismo desempeño (performance), se pronostica 75 a 25 en su futuro match a favor del ogro Dicho en otras palabras, el campeón mundial de la FIDE poco podrá hacer contra Kaspárov, pero al menos habrá cumplido el sueño de cualquier jugador: enfrentar al mejor del mundo