Gran Bretaña: Blair y su complacencia con Israel

lunes, 31 de julio de 2006 · 01:00
Londres, 31 de julio (apro) - El primer ministro británico, Tony Blair, quedó envuelto en una nueva crisis dentro y fuera de su país La razón: se negó a criticar abiertamente a Israel por sus feroces bombardeos en Líbano y rechazó solicitar el cese del fuego inmediato en la región y evitar así la muerte de cientos de civiles inocentes Su postura, muy cercana a la del gobierno del presidente de Estados Unidos, George W Bush, justifica en principio los ataques y bombardeos israelíes como defensa propia ante la amenaza de seguridad por los misiles del grupo Hezbollah Con esa alineación hacia Washington, Blair se posicionó en contra de la voz mayoritaria de la Unión Europea (UE) --a la que Gran Bretaña pertenece como miembro activo--, de Naciones Unidas y de sindicatos, organizaciones no gubernamentales y religiosas británicas, quienes lo han responsabilizado directamente por liderar, junto con Bush, una campaña diplomática y mediática que ha dado "luz verde" a Tel Aviv para seguir con sus incursiones y destrucción de infraestructura en suelo libanés El primero que acusó al primer ministro británico fue el diputado laborista Andrew Love, quien admitió que varios ministros del gobierno de Londres "quieren una postura más robusta" de parte de Blair sobre la crisis en Medio Oriente Según Love, que preside el grupo parlamentario de ayuda a Líbano, ministros del gabinete y altos funcionarios del Partido Laborista "están muy enojados con el primer ministro británico por la falta de dureza en sus críticas a Israel" Esas acusaciones se conocieron poco después de que el ministro para la cancillería británica, Kim Howells, quien fue el primer diplomático del Foreign Office en viajar a la región en una misión de paz, criticó a Israel y a sus tácticas de ataque, a pesar de los dichos del propio Blair "No puede atacarse la infraestructura civil (de Líbano) Más de 370 personas han muerto, (e Israel) ha respondido en forma desproporcionada en la crisis de Oriente Medio Creo que el primer ministro debe decir estas cosas", destacó Love la semana antepasada desde su oficina en el Parlamento, generando polémica en los círculos de poder de Whitehall, sede del gobierno británico "Creo que también (Blair) debe decir que, permitir que esto se extienda por otra semana o 10 días, es simplemente dejar que los problemas empeoren en la región", agregó Howells, quien se ha reunido en los últimos días con ministros de Líbano e Israel, se atrevió a contradecir la línea lanzada por el gobierno británico sobre la postura inglesa en el conflicto israelí-libanés y dejó al descubierto las diferencias ideológicas y políticas entre el Foreign Office y la oficina del primer ministro El diplomático inglés se convirtió en el primer funcionario británico en condenar abiertamente las acciones de Israel Sin embargo, un portavoz oficial de Downing Street --residencia oficial de Blair en Londres--, salió rápido al ruedo e indicó que la posición del premier británico "concuerda" con la de Howells Agregó que el gobierno de Londres "ha pedido siempre a Israel por la contención" A pesar de las críticas férreas de distintos sectores del país y de la prensa local, Blair se negó a pedir un cese al fuego inmediato, aunque admitió que la situación en Líbano "es una catástrofe" y confirmó que espera se anuncie un plan "en los próximos días" para lograr un "cese de las hostilidades" Su retórica, que evitó en todo momento condenar a Israel y puso el dedo sobre Hezbollah, no sorprendió a nadie en su círculo de allegados Según el primer ministro, Londres está trabajando "muy duro" para poner en marcha, junto con otros países, un plan que permita el cese "inmediato" del fuego, aunque en ningún momento detalló de qué se trataba "Lo que pasa (en Líbano) es una catástrofe (), pero esto debe finalizar por ambos lados Estos días se han producido enormes esfuerzos diplomáticos para llegar al objetivo, y espero que, en los próximos días, podremos decir claramente cuál es nuestro plan para lograr un cese de las hostilidades", dijo Blair Para el primer ministro, Londres "no está a favor de cese del fuego unilateral, puesto que no funcionará (?) Quiero que las matanzas terminen ahora mismo, pero esto debe ocurrir de ambas partes, al menos que exista un plan concreto" Señaló que si el conflicto termina "será posible resolver otros problemas que han provocado las hostilidades" Y dijo: "Es trágico que un país que ha luchado tanto para convertirse en una democracia tenga que sufrir tanto" Su postura generó que miembros de su partido, el Laborista, lo acusaran abiertamente y le exigieran criticar de lleno a Israel por los bombardeos a Líbano Además, organismos no gubernamentales, grupos religiosos y el sindicato de empleados estatales británico Unison, acusaron a Blair por poner cientos de vidas de civiles en peligro al rechazar pedir un cese al fuego inmediato entre Israel y Líbano Esos grupos enviaron, el pasado 25 de julio, una carta abierta al primer ministro, acusándolo de negarse a condenar las demandas de la ONU para el fin de la violencia en Oriente Medio La misiva, firmada por 14 organizaciones, incluida Amnistía Internacional (AI), Christian Aid y el Consejo Musulmán Británico (MCB), advirtió que el gobierno británico "está diluyendo el pedido por la paz" La carta destacó que, "al no apoyar a la ONU y rechazar pedir por un cese al fuego inmediato, el gobierno británico ha reducido el impacto de la llamada internacional para el fin de la violencia" "En consecuencia, esta postura amenaza con poner en peligro cientos de vidas de civiles inocentes, en lugar de protegerlos Además, estas políticas amenazan con poner al gobierno británico en la posición incómoda de pedir sólo por el cese del fuego, cuando sólo una parte (Israel) del conflicto ha alcanzado sus objetivos militares", agregó Para los firmantes, rechazar esta postura "será incumplir con las responsabilidades de Gran Bretaña para proteger a los civiles que están muriendo en este conflicto" La ONG británica Compass afirmó, por su parte, estar "alarmada" porque el gobierno de Tony Blair se niega a exigir un cese al fuego inmediato en Medio Oriente y criticar los bombardeos de Israel en suelo libanés "Estamos muy preocupados por la respuesta del gobierno (británico) a estos trágicos hechos en Oriente Medio", indicó la organización en un comunicado "Junto a otras organizaciones e individuos en Inglaterra, Compass está sorprendida y alarmada, debido a que los ministros del gobierno británico no han pedido por un cese inmediato al fuego para prevenir más muertes", agregó "Pedimos al primer ministro Tony Blair que se una a los comentarios del secretario general de la ONU (Kofi Annan) del pasado 20 de julio, y a los del ministro del Foreign Office Michael Howells, por el fin de la violencia y por el movimiento libre de los civiles en Líbano, quienes están sufriendo más que nadie en este conflicto", explicó el comunicado Poco después salió al ruedo la ministra de Exterior británica, Margaret Beckett, quien también se resistió a criticar los bombardeos de Israel en Líbano y se negó, además, a pedir por un cese al fuego inmediato en Oriente Medio La canciller admitió que la situación en Líbano "es una tragedia", pero destacó que la provocación de Hezbollah "fue un factor de contribución fuerte" a la escalada de la crisis Beckett, quien habló en la Cámara de los Comunes, dijo que la comunidad internacional ha lanzado una serie de llamados "para pedir por la mayor contención" y por el cese de la violencia Pero dijo sobre Hezbollah: "Hubo una política deliberada por parte de Hezbollah de esconder misiles en el centro de poblaciones civiles" "Esto promete crear dificultades cuando esos misiles están siendo lanzados a Israel y cuando existe la presión para que Israel acabe con esos sitios de donde se lanzan los ataques", destacó la jefa del Foreign Office "Este es un factor muy fuerte que contribuye a estos terribles eventos que están ocurriendo en Líbano", subrayó Beckett rechazó categóricamente la acusación del Partido Conservador, en el sentido de que Blair está en "colusión" con el presidente Bush, para darle a Israel "la luz verde" y lance una "guerra ilimitada" contra Líbano Para la canciller, crear una nueva fuerza internacional en el sur libanés "será difícil y llevará mucho tiempo" Blair, "demasiado cerca" a EU La polémica se generó cuando un sondeo publicado en el periódico The Guardian a mil británicos informó que, para el 63 por ciento de los entrevistados, Blair "está demasiado cerca" de las posturas de Estados Unidos sobre el Medio Oriente, y debería emplear una posición "más robusta y crítica" con respecto de Israel Según la encuesta, la mayoría de los entrevistados considera que la relación entre Blair y Bush "es demasiado especial", pero sólo el 30 por ciento dijo que está de acuerdo con esa relación bilateral Sin embargo, para el 63 por ciento, Blair ha vinculado demasiado a Gran Bretaña con Estados Unidos De acuerdo con el sondeo, que se realizó la misma semana en que se emitió por accidente una conversación privada entre ambos mandatarios en la cumbre del G-8 en San Petesburgo, para la mayoría de los británicos la política exterior de Blair es incorrecta Con relación a los electores por partidos políticos, el 54 por ciento de los laboristas dijo que Londres está demasiado atada a Washington, mientras que el 68 por ciento de los conservadores y el 83 por ciento de los liberales democráticos, criticaron duramente la "relación carnal" entre Blair y Bush Según la encuesta de Guardian, los británicos son muy críticos de los bombardeos de Israel en Líbano, y el 61 por ciento considera que el gobierno de Tel Aviv ha "reaccionó excesivamente" a las amenazas que recibe del país vecino Sólo el 22 por ciento dijo que Israel reaccionó de forma proporcionada al secuestro de los soldados y los ataques de la milicia de Hezbollah desde el sur libanés Blair ha preferido seguir manteniendo su alianza con el gobierno de Washington, a riesgo de alienar no sólo su propio partido, sino también a todo el electorado británico, que ve con esta decisión "el clavo" en el féretro político del primer ministro británico La salida del mandatario es ya un hecho, y muchos esperan que anuncie la fecha exacta de su salida, aunque temen que su sucesor, el actual ministro de Economía, Gordon Brown, no sólo siga manteniendo la alianza con Estados Unidos, sino que la refuerce, alejándose de sus socios europeos e internacionales

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