CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Aparte de afectar la economía, el empleo, los salarios y la salud de millones de personas en todo el planeta, la pandemia de covid-19 trastocó también al sector pesquero y la acuicultura en los países en desarrollo, advirtió la Organización de las Naciones Unidas de la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés).

Al presentar el último informe de la FAO, la directora general adjunta del organismo, María Helena Semedo, explicó que la pandemia provocó grandes turbulencias en estos sectores alternando la producción, interrumpiendo las cadenas de suministro y reduciendo el gasto de los consumidores debido a las diversas medidas de confinamiento.

"El impacto ha sido significativo en los países en desarrollo, especialmente en aquellos con grandes sectores informales, en los que los trabajadores y las comunidades de ámbito reducido y artesanales dependen de la pesca para su seguridad alimentaria y su sustento. Ellos se han llevado la peor parte de las restricciones", resaltó.

De acuerdo con la FAO, antes de la llegada de la pandemia, el sector tenía una tendencia general al alza. En 2018 los niveles de producción mundial de pesca y acuicultura alcanzaron un récord histórico de casi 179 millones de toneladas, mientras que en las últimas décadas el consumo de pescado creció de forma significativa alcanzando una media de más de 20 kilos por persona.

El informe subrayó que todas las fases de la cadena de suministro de pesca y acuicultura pueden interrumpirse o detenerse debido a las restricciones del confinamiento, y que la pandemia también provocó un cambio en los consumidores, ya que ahora buscan abastecerse de alimentos no perecederos, consumen menos pescado fresco y más productos congelados y envasados.

Además, conminó a las organizaciones trabajar juntas en la gestión de la pesca y la acuicultura durante la pandemia implementando medidas que apoyen la protección de empleo y garanticen una rápida recuperación del sector. También solicitó reducir en todo lo posible las medidas de restricción fronteriza en el comercio de alimentos para no afectar la seguridad alimentaria.