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El relevo de Martha Bárcena, sorpresa para Marcelo Ebrard

Tras la jubilación de Martha Bárcena a la embadaja de México en EU, Marcelo Ebrard quiso tomar las riendas de la relación entre ambos países, pero, sin tomarlo en cuenta, AMLO designó de inmediato a Esteban Moctezuma.
domingo, 20 de diciembre de 2020 · 12:08

Tras la jubilación anticipada de la embajadora mexicana en Estados Unidos, Martha Bárcena, el canciller Marcelo Ebrard empezó a maniobrar para tomar las riendas de la relación bilateral con la nueva administración de Joe Biden. Pero, sin tomarlo en cuenta, el presidente Andrés Manuel López Obrador designó de inmediato a Esteban Moctezuma en la representación diplomática más importante del país. De hecho, Ebrard no se enteró sino hasta que los hechos se hicieron públicos.

CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- El anuncio de la jubilación anticipada de Martha Bárcena Coqui como embajadora de México en Washington, y la decisión del presidente Andrés Manuel López Obrador de sustituirla por Esteban Moctezuma Barragán en la representación diplomática más importante del gobierno mexicano, tomaron por sorpresa al canciller Marcelo Ebrard Casaubón y a su equipo de trabajo.

López Obrador apartó de nuevo a Ebrard en torno a la decisión de designar al representante del gobierno mexicano ante Washington, al igual que cuando nombró a Bárcena para ese cargo a principios del sexenio.

A lo largo de la semana pasada Ebrard y sus allegados en la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) mantuvieron silencio sobre el retiro de Bárcena y el anunciado nombramiento de Moctezuma.

La Cancillería, habitualmente muy activa en materia de comunicación, tuvo el mismo mutismo ante este asunto. Consultada por Proceso, la dependencia indicó: “la información y posicionamiento sobre la jubilación de la embajadora Bárcena se dio a conocer en las conferencias del presidente y no hay ninguna otra comunicación sobre ese tema por ahora”.

Por otra parte, fuentes cercanas a Bárcena confirman a Proceso que la embajadora nunca avisó a Ebrard de su próxima renuncia y que el canciller tampoco estuvo enterado de la decisión de López Obrador de nombrar a Moctezuma para el puesto.

La embajadora oficializó su intención de jubilarse en un acto organizado en el Baker Institute el lunes 14 de diciembre; momentos después indicó en sus redes sociales que la decisión fue tomada “en consulta” con López Obrador e insistió en que “nadie más intervino ni tuvo opinión ni influencia sobre esta decisión personal”.

Con ello, la diplomática –tía política de Beatriz Gutiérrez Müller, esposa de López Obrador– indicó entre líneas que Ebrard no estuvo involucrado en su salida anticipada y con ello evitó que su retiro sea leído como un triunfo del canciller, con quien la relación fue pésima desde un principio.

En el arranque de la administración, Ebrard encomendó a su amigo, el empresario Javier Joaquín López Casarín, la tarea de abrir una suerte de representación “alterna” en Washington para establecer un canal de comunicación con el gobierno de Donald Trump sin pasar por Bárcena. El equipo de la embajadora se enteró y, tras avisar a Palacio Nacional, desactivó la estrategia (Proceso 2254).

Después de este mal precedente, la relación entre la embajada y las oficinas centrales de la SRE empeoró.

Este es un adelanto de un reportaje del número 2303 de la edición impresa de Proceso, publicado el 20 de diciembre de 2020 y cuya versión digitalizada puedes adquirir aquí

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